ZARAGOZA 25 Mar. (EUROPA PRESS) -
La Sección Primera de la Audiencia de Zaragoza ha condenado a más de 18 años de prisión a tres skinheads por la agresión que sufrió un joven en el barrio del Actur el 26 de marzo de 2006. También deberán abonar una indemnización de 22.000 euros.
En su sentencia, la Audiencia condena a Juan Antonio Ivernón y José Alberto Burriel como autores de un delito de asesinato en grado de tentativa a siete años, seis meses y un día de prisión, cada uno, y a una pena de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo. Tampoco podrán acercarse ni comunicarse con la víctima, Ramón Redondo, en diez años. Ya están en prisión.
El tercero de los procesados es Gema Benjamina Palomar, que ha sido condenada como cómplice de un delito de asesinato en grado de tentativa, a tres años, nueve meses y un día de prisión, aunque quedará en libertad a la espera de que la sentencia sea firme, como establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal en este caso, en el que la condenada ha cumplido ya dos años de cárcel. Palomar tampoco podrá comunicarse con Redondo en diez años.
En cuanto a las indemnizaciones, los tres abonarán 12.000 euros por las lesiones y otros 10.000 euros por las secuelas, de las que Palomar pagará una quinta parte, al ser cómplice, mientras que Ivernón y Burriel abonarán el resto.
Además, Ivernón, Burriel y Palomar fueron condenados a una pena multa de 50 días por maltrato de obra e injurias contra una mujer negra a la que insultaron, amenazaron e intentaron agredir físicamente poco antes de atacar a Redondo. También intentaron agredir a un joven.
La sentencia considera probado que la agresión contra Ramón Redondo se realizó con alevosía, ya que los procesados actuaron de tal manera que el ciudadano no tuvo oportunidad de defenderse. Precisamente, la presencia de la alevosía permite al tribunal atribuir a los skinheads el delito de asesinato, en este caso en grado de tentativa, al conseguir los servicios médicos salvar la vida a Redondo. El ataque fue por la espalda.
Otros dos skinheads, que entonces eran menores de edad y que también participaron en la agresión, fueron enjuiciados y condenados por un asesinato en grado de tentativa a seis años se internamiento y otros tres de libertad vigilada.
HECHOS PROBADOS.
El tribunal considera probado que a las 00.00 horas del 26 de marzo de 2006 Juan Antonio Ivernón, José Alberto Burriel y Gema Benjamina Palomar, junto con los otros dos menores de edad condenados anteriormente en otro juicio por los mismos hechos, se encontraban borrachos en casa de Palomar. Todos ellos eran afines entre sí por compartir y simpatizar con ideologías de carácter neonazi o nacional socialista, conformando un grupo de skinheads.
Posteriormente, acudieron al bar 'Abalon', de donde fueron expulsados tras tomarse una cerveza, ya que los camareros se dieron cuenta de que los jóvenes eran skinheads. Desde allí se encaminaron a la calle Pablo Iglesias, en el barrio del Actur, y se encontraron con una joven de color, S.I.M.H., natural de Cabo Verde, que se dirigía a su domicilio. El grupo cruzó de acera para acercarse a la mujer, a la que insultaron por ser negra, le empujaron y le tiraron del pelo, aunque finalmente pudo zafarse y refugiarse en su portal.
A las 3.00 horas del mismo día, el grupo de cinco skinheads acorraló en la misma calle a otro joven, Ramón Redondo, sin dejarle escapatoria. Cuando éste llegó al lugar donde se encontraba los skins, por donde debía pasar necesariamente, recibió un puñetazo por la espalda, en la cabeza.
Los ahora condenados le sujetaron por la espalda y le golpearon repetidamente utilizando para ello varios trozos de ladrillo con cemento adherido, así como un trozo de tapa de alcantarilla, causándole heridas sangrantes en la cabeza.
El grupo abandonó el lugar dejando herido grave a Ramón Redondo y sin mostrar "el mínimo interés" por su estado físico, recalca la sentencia, y se dirigió al Centro Comercial Grancasa.
En este trayecto, localizaron a otro ciudadano, Pablo B., quien conducía una moto y se refugió en el garaje de su domicilio, donde pudo ocultarse, por lo que el grupo neonazi abandonó el lugar. Al marcharse del garaje, el motorista vio, cerca de la calle Pablo Iglesias, a Ramón Redondo, que se hallaba malherido, por lo que dio aviso a la Policía y los servicios médicos. El mismo ciudadano identificó ante la Policía a los agresores, "sin ningún género de dudas".
Ramón Redondo fue trasladado al complejo sanitario Miguel Servet, donde fue intubado, le practicaron un TAC urgente, mediante el que le apreciaron un hundimiento craneal en la parte frontal derecha de la cabeza, por lo que se le realizó una operación quirúrgica. Redondo padeció varias crisis epilépticas y estuvo en riesgo de muerte, según reconoce el tribunal. En total estuvo hospitalizado 11 días y tardó 278 días en curarse. Sus secuelas han sido la pérdida de sustancia ósea, síndrome postconmocional, así como una alteración de la mímica facial y una cicatriz.
Contra la sentencia se puede presentar recurso ante el Tribunal Supremo. Juan Antonio Ivernón y José Alberto Burriel continuarán en prisión, en espera de que la sentencia sea firme. Esta mañana la Sala Primera de la Audiencia celebró una vista para decidir sobre la prórroga de la prisión preventiva de los ya condenados, y se ha dictado un auto, en el que se resuelve que ambos jóvenes deberán seguir en la cárcel.
En el caso de Gema Benjamina Palomar, al considerar la sentencia que actuó como cómplice, y dado que ha estado ya privada de libertad dos años, la Ley de Enjuiciamento Criminal establece que puede salir de prisión a la espera de que el Supremo ratifique la sentencia.