GIJÓN, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, aseguró hoy en Gijón que el cambio de modelo productivo está "ocurriendo" y apostó porque España se involucre en los grandes retos europeos, como las nuevas fuentes de energía, el cambio climático y el envejecimiento de la población y las enfermedades asociadas. Garmendia incidió en que en época de crisis la prioridad es ser un país creíble y sin fisuras "porque todos sabemos lo que nos jugamos", y por eso el presupuesto de I+D+i no se verá afectado por el plan de austeridad del Gobierno.

"Esta es la apuesta y el compromiso", dijo durante el coloquio en la que participó en el Centro Cultural Antiguo Instituto en el marco del X Seminario Europeo sobre el Empleo 'Crisis y Lecciones'. Según ella, la ciencia no tiene un efecto inmediato en el empleo pero si en su calidad y en la senda de crecimiento del país.

La ministra, que apuntó que todo cambio tiene su ritmo, destacó que la ciencia "tiene mucho que aportar a la credibilidad del país" al hablar de oportunidades y de futuro y defendió las inversiones en I+D pese a la situación de crisis que se vive en España.

Con las cifras en la mano, indicó que España es la novena potencia científica mundial y está por encima de la media europea en I+D+i y en el número de investigadores. En este sentido, puso el ejemplo de Finlandia, quien apostó por la I+D tras la crisis sufrida a principios de los 90 y diez años más tarde era una economía "de las más importantes del mundo", además de haber podido afrontar mejor la situación actual.

"Debemos no sólo cubrir el presente sino preparar el futuro en la medida que podamos", resaltó. Para ello, abogó por emplear los fondos de forma "más enfocada y eficiente", algo que dijo vendrá a resolver la nueva Ley de Ciencia, que espera se trate en el Consejo de Ministros en las próximas semanas. Una normativa que permitirá la movilidad de los investigadores y la coordinación del presupuesto desde la Agencia Estatal de Investigación, de forma que se gestione "toda la cadena de valor del conocimiento", señaló.

Se pasará así, en su opinión, de un sistema más burocrático a uno de más confianza en los investigadores y con una exigencia en los resultados al terminar el proyecto. También avaló el enorme paso a un sistema de reconocimiento de un Espacio Europeo de Educación Superior que permitirá Bolonia, ante la amenaza que supone la pérdida de liderazgo frente a países emergentes como China o Brasil, donde con conscientes de la importancia de la innovación. De hecho, se estima que China e India supondrán el 20 por ciento del I+D mundial.

"Europa debe salir del letargo de la última década", remarcó la ministra, quien recordó como el Tratado de Lisboa supuso un revulsivo para España, que pasó del 0,91 por ciento del PIB en I+D al 1,35. Es más, destacó que en el mismo periodo la producción científica mundial se duplicó por dos y en España por nueve.

APOYO A PYMES.

No obstante, aludió a la necesidad de involucrar a las pymes en la I+D+i, aunque añadió que se va por el buen camino. A este respecto, señaló que según un estudio sobre el impacto de la I+D+i en las pymes, éstas aumentan un 16 por ciento su producción, un 18 por ciento su capacidad de exportar y experimentan un ligero incremento en el empleo, que es más estable y de más calidad.

Además, de las pymes presentadas a subvenciones para I+D, el 50 por ciento era la primera vez que optaba a las ayudas y sobre todo de sectores tradicionales, como el turismo, el textil o el calzado. Para ella, es preciso llevar la innovación al tejido productivo porque si no no se va a producir un cambio de modelo económico.

El Ministerio, por esta razón, simplificó el acceso a las ayudas. "No hay barreras, depende de la propia empresa", dijo Garmendia al respecto antes de matiza que el dinero no es para solucionar "la caja del día a día", sino para I+D

Por otro lado, Garmendia alertó sobre que para afrontar los retos europeos la toma de decisiones es "clave". En este sentido, indicó que, una vez detectadas las infraestructuras de ciencia que precisa Europa, es necesario comprometer una hoja de ruta y la aproximación financiera. Entre esas infraestructuras en las que España participa, citó: la fuente de neutrones, con sede en el País Vasco; el nodo de supercomputación, por el que se construirá en Cataluña un gran nodo de imagen de los más potentes del mundo.

Respecto a otro de los proyectos, el astronómico, lamentó que el telescopio extralargo previsto en Canarias se vaya desgraciadamente para Chile. La ministra explicó que el Observatorio Europeo Austral adoptó la decisión con base a un análisis de todas las ubicaciones posibles y de la aproximación financiera. Por un lado, indicó que el Observatorio tiene todos sus centros en Chile y que el tener el telescopio en Canarias supondría un sobrecoste de diez millones de euros anual.

Con todo, dejó claro que España participará en el proyecto pero cuando esté garantizada la factibilidad de la construcción del telescopio, "no antes", apostilló. Sobre este tema, recordó que España había ofrecido 300 millones de euros si se hacía en Canarias.

A su juicio, Europa debe responder al problema de la gobernanza, a lo que contribuirá el Consejo Asesor que se creará para estandarizar los procedimientos en los estados miembros. Garmendia instó a "no caer en la tentación de arreglar problemas puntuales". En el caso de España, indicó que la nueva Ley, a través de las buenas prácticas que dicte el Comité de Ética, dará garantías y credibilidad a la ciencia.

Sobre la fuga de cerebros, señaló que lo preocupante no es que los jóvenes españoles vayan a otros países, incluso dijo que había que fomentarlo, sino que lo importante es retenerlos. Pese a todo, recalcó que igual que en otras profesiones, el contar con grandes científicos que sean referente del país es fundamental. "No es una desgracia que grandes científicos decidan hacer ciencia fuera", afirmó antes de agregar que lo importante es aumentar la balanza de talentos y contrarrestar el incremento que hay en países emergentes.

También vio necesaria la apuesta por la divulgación científica española y acercar la ciencia al ciudadano. Por este motivo, se llevó a cabo una iniciativa que permitirá a los Estados miembros conocer la opinión de los ciudadanos y la valoración social de los grandes científicos. Además, apostó por los centros tecnológicos y reconoció que el sistema de subvenciones adolece de una "excesiva segmentación", algo que se aliviará con la nueva Ley.