OVIEDO, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -
El doctor en Química Amador Menéndez investigará en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) el uso de la radiación infrarroja del Sol y la Tierra como fuente energética. Se traslada a Estados Unidos este mes para iniciar el 1 de Octubre su estancia dedicada al desarrollo del proyecto 'Hacia una nueva fuente de energía limpia. Diseño y desarrollo de un nanosistema híbrido para la captura eficiente de la energía de la Tierra y el Sol'.
El científico trabaja en el Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología de Asturias (CINN) y el Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA), y ha recibido el I Premio de Investigación Aplicada de la Fundación Universidad de Oviedo que le financia la estancia para iniciar su ambiciosa investigación en uno de los centros más importantes del mundo.
Amador Menéndez, miembros del jurado del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2009, considera una "grandísima oportunidad profesional" la estancia de seis meses que está a punto de iniciar. En declaraciones a Europa Press explicó que "la idea es iniciar el proyecto en el MIT y poder luego seguir colaborando desde Asturias".
Según indicó, el objetivo perseguido es "el máximo aprovechamiento de la energía de la propia Tierra y del Sol en todo su espectro, prestando especial atención a una fuente de energía poco considerada hasta la fecha, que es la contenida en la radiación infrarroja, invisible a nuestros ojos pero no por ello ausente".
Así, explica que las celdas solares convencionales "sólo captan una pequeña fracción de los rayos solares visibles, lo que limita su eficiencia". Sin embargo, argumenta que "más de la mitad de la radiación solar llega en forma radiación infrarroja y a su vez el propio planeta Tierra y su entorno emiten grandes cantidades de la misma".
Menéndez considera que la sociedad actual no puede depender "exclusivamente del Sol como un interruptor que encienda o apague nuestras demandas energéticas". Así, apuesta por una fuente de energía no intermitente, como la contenida en la radiación infrarroja. "Cualquier cuerpo emite radiación infrarroja en mayor o menor medida, dependiendo de su temperatura", indicó.
Además, sostiene que captar la radiación infrarroja no sólo permitiría operar en condiciones climatológicas adversas y aumentar notablemente la eficiencia de los sistemas fotovoltaicos, sino también eliminar parte de esa radiación presente en la atmósfera y su contenido calorífico, siendo factores determinantes a la hora de mitigar el cambio climático y el calentamiento global.
INVESTIGAR EN ASTURIAS
El químico asturiano prevé iniciar su investigación con simulaciones computacionales, para tratar de encontrar materiales que capten eficientemente la radiación infrarroja y la conviertan en electricidad. "Una vez que tengamos una lista de potenciales candidatos es cuando pasaremos a sintetizarlos y desarrollar el dispositivo", indicó remarcando que se trata de "un proyecto a largo plazo".
"Tras la estancia de seis meses, seguiremos trabajando en el proyecto desde el ITMA y el CINN. De conseguir los objetivos, regiones como Asturias, con condiciones climatológicas adversas, estarían entre las más beneficiadas", remarcó.
Y es que entiende que en el Principado se están dando pequeños pasos aunque Asturias sea una comunidad pequeña. "La Ciencia y la Tecnología son cada vez más una obra colectiva. La mejor forma de ser competitivos es buscar sinergias con otros Centros", aseveró apostando por la cooperación y los proyectos de carácter europeo o internacional.
ENERGÍAS LIMPIAS Y RETOS
El investigador advierte que según las predicciones de la Agencia Internacional de la Energía, se espera que la demanda energética aumente aproximadamente un 50% hasta 2030.
"Aunque existen reservas de combustibles fósiles para las próximas décadas, éstas no alcanzarán para cubrir el consumo energético mundial a largo plazo. Lo mismo podemos decir de los combustibles nucleares y la energía nuclear", resaltó afirmando que "el suministro energético futuro sólo puede garantizarse mediante las energías renovables".
Así, considera que conforme se mejore la tecnología y se abaraten costes en las energías renovables, "deberían ir imponiéndose", a la vez que recordó que actualmente "las energías eólica, hidráulica y solar son ya económicamente competitivas en algunas regiones".
De este modo, Amador Menéndez afronta su nuevo reto en el Instituto Tecnológico de Massachusetts con optimismo y ambición. En esta línea citó al inventor del teléfono móvil y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2009, Martin Cooper, quien dice que "la tecnología sólo es tecnología si sirve para algo útil a la sociedad".
"Creo que muchos científicos disfrutamos con nuestro trabajo descifrando los enigmas de la Naturaleza. Si además eso lo podemos proyectar hacia una vertiente práctica, en beneficio de la humanidad, colmaría con creces nuestros sueños", aseveró.