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OVIEDO, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
Según datos de la última Encuesta de Salud de Asturias solo un 14,6 % de los asturianos de quince años y más cumple los requerimientos de una dieta saludable, que la Organización Mundial de la Salud entiende como aquella que incluye al menos cinco raciones diarias de fruta, verduras u hortalizas, el equivalente a 400 gramos de estos alimentos.
Por sexos, las mujeres asturianas manifiestan que consumen con mayor frecuencia diaria que los hombres alimentos como la fruta fresca, las verduras, ensaladas, hortalizas, zumos naturales y pescado. Los varones, por su parte, consumen en mayor medida carne, legumbres y refrescos con azúcar.
Así, según nota de prensa remitida por la consejería de Salud este sábado sobre los resultados de la encuesta, a tenor del nivel de estudios de los encuestados, se concluye que los universitarios llevan una dieta más saludable en términos generales que las personas con estudios primarios y de educación secundaria obligatoria.
Del mismo modo, atendiendo al nivel de residencia, en los núcleos urbanos se consume con mayor frecuencia pescado, verduras y zumos de frutas naturales. En las cuencas mineras, la carne, los dulces y las legumbres son los alimentos más característicos.
Por edades, el estudio arroja una tendencia creciente a consumir más raciones de fruta a medida que aumenta la edad, hasta el punto de que uno de cada tres asturianos de 65 y más años declara que consume dos piezas, por algo más de uno de cada cinco en el grupo de edad más joven, de quince a 29 años.
Por lo que respecta al desayuno, sólo un 4% de los encuestados manifiesta que no lo realiza, lo que permite concluir que la población asturiana tiene el hábito generalizado de desayunar.
Las diferencias en el desayuno son visibles tanto por edad como por nivel de estudios, lugar de residencia y clase social. Así, la tendencia a no desayunar es inversa a la edad, ya que cerca de una de cada diez personas con edades comprendidas entre los 15 y los 29 años no desayuna, mientras que sí lo hacen prácticamente todas las mayores de 65.
Los que han realizado estudios universitarios declaran con mayor frecuencia que su desayuno está compuesto por fruta o zumos y huevos, queso o jamón, frente al consumo más habitual de bollería y galletas de las personas que tienen estudios más básicos.
Los expertos y la bibliografía científica recomiendan la ingesta de nutrientes para prevenir las enfermedades crónicas que deben consistir en lograr un equilibrio calórico y un peso saludables, reducir las grasas, aumentar el consumo de frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos y rebajar los azúcares libres y el consumo de sal.
