El acusado de poner un cepo en el que quedó atrapado un biólogo acepta pagar 2.400 euros de multa

Europa Press Asturias
Actualizado: jueves, 23 febrero 2012 14:45

OVIEDO 23 Feb. (EUROPA PRESS) -

El acusado de colocar dos cepos dentados en las inmediaciones de la localidad de Carrio (Parres), en uno de los cuales se quedó atrapado un biólogo, ha reconocido este jueves las acusaciones realizadas por el Fiscal y ha aceptado ó una condena de multa de 2.400 euros, dos años de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho a cazar y el pago de una indemnización que suma 680 euros.

La vista, señalada a las 11.45 horas en el Juzgado de lo Penal número cuatro de Oviedo, no llegó a desarrollarse tras el acuerdo alcanzado entre las partes, según ha informado la Fiscalía Superior del Principado.

La indemnización acordada para J.C.G. se divide en 600 euros en concepto de daños morales y en 80 euros por las botas dañadas. Se acordó igualmente el igualmente el comiso de los cepos, los lazos y los rollos de mecha intervenidos.

LOS HECHOS

En una hora no determinada del 2 de agosto de 2010, el biólogo J.C.G., que se encontraba en el monte El Cantu, en las inmediaciones de Carrio, en el concejo de Parres, realizando su actividad profesional, se quedó atrapado en un cepo dentado, camuflado con helechos, colocado por el acusado. Éste, cuya identidad responde a las iniciales A. L. P., nacido en 1957, había colocado el cepo, junto con otro más, con la intención de capturar alguno de los animales que transitasen por el sendero.

J.C.G. estuvo atrapado en el cepo en torno a una hora, sufriendo una crisis de ansiedad al no haber cobertura telefónica en el lugar y no poder solicitar ayuda. Finalmente, consiguió liberarse y avisar al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. El cepo le ocasionó un moratón y un corte en el pie, que no precisaron asistencia facultativa. La bota que llevaba resultó perforada e inservible para futuros usos. Su valor se calculó en 80 euros.

El Juzgado de Instrucción de Cangas de Onís acordó la entrada y registro en un establo del acusado, donde se localizaron dos cepos dentados más, dos lazos de acero de los utilizados para la caza y dos rollos de mecha lenta.

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