OVIEDO, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -
El acusado por un delito contra la salud pública que fue sorprendido por la Guardia Civil en un control rutinario de tráfico en Mieres, cuyo juicio estaba señalado este miércoles en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, admitió una condena de seis años de prisión y el pago de una multa de 70.000 euros, con 200 días de privación de libertad en caso de impago.
P. C. O. reconoció las acusaciones formuladas contra él por la Fiscalía Antidroga, que le aplicó como atenuante su dependencia de la marihuana en el momento de los hechos. La celebración de la vista oral estaba prevista a las once de esta mañana, aunque tras el reconocimiento de los hechos por parte del acusado no llegó a desarrollarse.
Sobre las 00.15 horas, el acusado, P. C. O., circulaba con su coche por la carretera AS-242, por la localidad de Figaredo (Mieres), donde la Guardia Civil había instalado un control rutinario de tráfico. Los agentes, al verlo, y debido al nerviosismo que presentaba, decidieron registrar su coche, donde encontraron 3.000 euros y 52,06 gramos de MDMA (éxtasis), con una riqueza en anfetamina base del 78 por ciento y valorados en 816,07 euros.
Tras esto, la Guardia Civil solicitó una orden judicial para registrar igualmente dos trasteros que el acusado tenía alquilados en Gijón y que utilizaba para guardar la droga. En uno de ellos, ubicado en la calle Campo de Sagrado, se encontró hachís valorado en un total de 7.071,12 euros, éxtasis cuyo valor hubiera alcanzado los 31.117,76 euros, marihuana valorada en 1.294,12 euros y 945 gramos de ketamina (que en el momento de redactar el escrito de acusación no había sido tasada). En el otro, en la calle Guipúzcoa, se encontró éxtasis por valor de 6.867,54 euros, cocaína tasada en 989,71 euros, 'speed' por 59 euros y marihuana valorada en 318,89 euros.
48.500 EUROS EN DROGA
En total, la droga incautada fue tasada en más de 48.500 euros. Los estupefacientes estaban destinados a su venta a terceros, el dinero procedía de transacciones anteriores y el coche que conducía el acusado, con el que fue interceptado por la Guardia Civil, había sido adquirido con dinero procedente del tráfico de drogas.
Los hechos fueron calificados como constitutivos de un delito contra la salud pública con la atenuante de dependencia a la marihuana. Se acordó igualmente el comiso del metálico intervenido y del coche del acusado.
