OVIEDO, 22 May. (EUROPA PRESS) -
El Aeropuerto de Asturias ha sido escenario este jueves de un simulacro de amenaza de artefacto explosivo en la terminal, con presencia de drones en las inmediaciones. El objetivo perseguido con este tipo de ejercicios es mantener entrenado al personal involucrado en un suceso de estas características y corroborar la idónea implantación de la normativa aplicable.
Según ha informado la Delegación del Gobierno en nota de prensa, el ejercicio se ha desarrollado a iniciativa del Comité Nacional de Seguridad de la aviación civil, con la activa participación de la Delegación del Gobierno en Asturias, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, del Ministerio del Interior (Secretaría de Estado de Seguridad, Guardia Civil y Policía Nacional), del Ejército del Aire y del Espacio, de Aena y de ENAIRE.
Los trabajos de diseño y planificación de este simulacro, incluyendo unas jornadas técnicas formativas, se realizaron con antelación y el ejercicio se llevó a cabo en el momento en que no se producirían interferencias en el normal desarrollo de las operaciones aeroportuarias.
EL SIMULACRO
A primera hora de la mañana se recibió una llamada anónima amenazando con atacar una aeronave que tenía previsto aterrizar en el aeropuerto. Se detectó la presencia de drones en las inmediaciones del aeropuerto y, además, se encontró una mochila sospechosa en la terminal.
A continuación, se efectuaron los correspondientes avisos para activar los diferentes niveles de alerta y tras confirmar las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado la veracidad de la amenaza se implantaron los protocolos de seguridad en vigor, acordonándose la zona y procediéndose a la evacuación del área afectada en el aeropuerto, además de activarse el protocolo local de avistamiento de drones.
El Comité de Crisis local, presidido por la delegada del Gobierno, Adriana Lastra, se reunió con carácter inmediato y contó con la intervención de diferentes unidades de la Guardia Civil que participaron para localizar a los pilotos de los drones y desactivar el artefacto existente en la mochila, dándose por concluido el incidente y desactivándose los dispositivos de seguridad.
Terminado el ejercicio, expertos de todas las entidades involucradas comenzaron el trabajo de evaluación para obtener las correspondientes enseñanzas.