El presidente del Principado, Adrián Barbón - CAPTURA DEL CANAL DE YOUTUBE DE LA JUNTA GENERAL
OVIEDO, 1 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha acusado este miércoles de "sucursalismo" al PP asturiano al preguntar en sesión plenaria sobre cómo cree que va a influir la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana en la tasa de criminalidad de Asturias.
Barbón ha incidido en que Asturias es una comunidad segura y se sitúa en los mejores puestos nacionales tanto en datos de delincuencia como en resolución de delitos. Por ello, considera que la pregunta realizada por el portavoz adjunto del PP, Pablo González, obedece a una "orden desde un despacho de Génova".
"Lo sé por otros presidentes autonómicos", ha comentado, apuntando que le consta que el PP está realizando las mismas intervenciones en aquellos territorios en los que es oposición como estrategia del PP nacional contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez.
Pablo González quería que el presidente asturiano fuese "claro y valiente" en referencia a una ley que desde el PP consideran deja a los empleados de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado "a los pies de los caballos". Así, ha reconocido que no esperaban que Barbón fuese a la concentración convocada por los sindicatos y asociaciones profesionales hace unos días en Oviedo, pero sí le ha exigido una "valoración" sobre el texto normativo que, dice, "supone un despropósito" con el único objetivo de conseguir apoyos a los presupuestos de 2022.
Adrián Barbón ha insistido en señalar ese "sucursalismo" del PP asturiano que, cree, actúa como "correa de transmisión" del PP nacional, y confrontarlo a la actitud de su Ejecutivo que muestra sus "discrepancias" en diversos asuntos con un gobierno central de su mismo signo político.
El presidente, que comenzó su intervención deseando una pronta mejoría a la portavoz del PP y presidenta del partido en Asturias, Teresa Mallada, que ha dado positivo en coronavirus, ha afirmado que pese a que el PP se muestre contrario a esta ley y la lleve al Constitucional, no la derogará en caso de gobernar, como tampoco lo hizo con otras leyes como las del divorcio, el aborto o el matrimonio entre personas del mismo sexo.