El presidente Adrián Barbón y la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, en el pleno de la Junta General - CAPTURA DEL CANAL DE YOUTUBE DE LA JUNTA GENERAL
OVIEDO, 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Principado de Asturias, el socialista Adrián Barbón, ha replicado este miércoles a la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, que el análisis de la realidad comparada en otras comunidades, como Galicia o Baleares, desmonta sus críticas a la cooficialidad con argumentos de riesgo independentista o de pérdida de competitividad económica.
Así, ha incidido en la cooficialidad aceptada en Galicia por un gobierno del PP con mayoría absoluta y en el desarrollo turístico de Baleares o Comunidad Valencia, que también cuentan con cooficialidad.
Barbón recordó una reciente entrevista del expresidente asturiano Pedro de Silva para apuntar que los argumentos contrarios a la oficialidad del asturiano siguen siendo los mismos décadas después: "probetones y repetidos".
En este sentido, el presidente animó a la formación naranja a decir claramente que rechazan la oficialidad sin escudarse en la vertiente económica, después de que la portavoz de Ciudadanos preguntase si "cree que la cooficialidad mejorará la competitividad y reactivación de Asturias".
"Puede estar preguntando por la cooficialidad hasta el juicio final", ha dicho Barbón, asegurando que no le resulta incómodo seguir hablando sobre el asturiano porque cree que el "papelón" lo tienen en Ciudadanos ya que "no saben dónde posicionarse". "Díganlo abiertamente: no lo quieren y punto, pero la realidad comparada desmontan sus argumentos", ha añadido.
Por su parte, Susana Fernández sostiene que el debate sobre la cooficialidad es "importante para la agenda política" y considera que el Ejecutivo no sabe cómo salir del "embrollo" en el que se ha metido.
Para la portavoz de Ciudadanos, la cooficialidad supondría un "lastre" para competitividad de Asturias, y aboga por centrar la política del Ejecutivo en impulsar políticas de empleo y aportar seguridad jurídica, menos burocracia y menos carga fiscal a las empresas.