OVIEDO 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos (Foro Asturias), ha dicho este viernes que las últimas decisiones de la Comisión Europea relativas a priorizar ejes ferroviarios. Según el dirigente asturiano, han decidido quitar el acceso a Gijón por alta velocidad y lo han convertido en una línea de ferrocarril convencional. Lo ha calificado de "zarpazo" a Asturias y lo ha enmarcado en la política de "marginación" hacia el Principado que permite el Gobierno central.
"No es que no nos estén dando lo que reclamamos, es que la Unión Europea nos está quitando lo que teníamos, que era la conexión con Europa por una línea de alta velocidad", ha dicho en una entrevista en RNE recogida por Europa Press.
Así, ha destacado la importancia de que Foro cuente con un grupo propio en el Congreso de los Diputados tras las elecciones del 20-N porque así se podrá "contener" el discurso nacionalista que contribuye a marginar a regiones como Asturias o Madrid, las dos circunscripciones por las que se presenta el partido que preside Cascos.
RTPA Y NIEMEYER
El presidente asturiano también se ha referido a la polémicas generadas en los últimos días en relación a la Radio Televisión Pública Asturiana y al Centro Cultural Oscar Niemeyer. Cascos ha dicho que no pretende cerrar ninguno de las dos y que ambas situaciones pueden arreglarse con el diálogo.
Por lo que se refiere a la RTPA, Cascos ha dicho que su programa ya decía que eran partidarios de otra televisión pública, pero con otro modelo de gestión, en el que no tenga que percibir subvenciones públicas. "Queremos un sistema de medios audiovisuales libres en competencia", ha dicho.
En cuanto al Niemeyer, ha comentado que el problema que existe es de gestión y ha dicho que el Principado tiene que estar representado de acuerdo a los recursos económicos que pone. Además ha insistido en la necesidad de dar "transparencia" de las cuentas el centro para que todos los asturianos sepan lo que se hace con recursos públicos.
Por último, Cascos se ha referido a la herencia recibida del anterior gobierno de signo socialista y la ha calificado de "campo de minas". Así, ha dicho que su Gobierno está ocupado en "desactivar" cuestiones como el incumplimiento del déficit o una deuda oculta de 211 millones.