GIJÓN, 21 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional han desarticulado una organización dedicada al tráfico de mujeres de origen nigeriano para la explotación sexual y la falsificación documental. La operación ha sido realizada por la Brigada Central de Redes de Inmigración, de la Comisaría General de Extranjería y Fronteras, en colaboración con las BPED de Sevilla, Badajoz, Mallorca, Huelva, Asturias, Madrid, y la Comisaría de Gijón.
En Gijón han sido detenidas tres personas como presuntos autores de los delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y Asociación ilícita, dos varones y una mujer vecinos de Gijón implicados en la trama, dos de los cuales pasarán mañana a disposición del juzgado de instrucción número 4.
Los detenidos en Gijón son: Darlington O., nigeriano, de 40 años de edad, principal cabecilla en la trama gijonesa. Se encontraba irregular en España por lo que fue internado en un Centro De Internamiento de Extranjeros para su expulsión del país, aunque estaba buscado por el juzgado de Huelva encargado de la investigación; Anthonia M., nigeriana de 28 años de edad con antecedentes por daños y robo con violencia; Salvador F. A., vecino de Gijón de 59 años y Helen O., de 27 años, sobre la cual no consta implicación en la trama pero fue localizada en el piso revisado y se encontraba en situación irregular.
Se ha efectuado el registro de un domicilio en el centro de Gijón donde se hallaron varios efectos, documentación y recibos de pagos efectuados relacionados con la red investigada, según informó la Policía en una nota de prensa. .
La infraestructura del grupo implantada en Nigeria era la encargada de captar a las mujeres, a las que sometían mediante rituales de vudú para atemorizarlas y tenerlas controladas. Además contaban con otros miembros y con recursos materiales -vehículos y pisos de acogida- en las costas de Libia y en Italia, países que atravesaban hasta su llegada a España.
La investigación se inició el pasado mes de febrero en Sevilla tras la denuncia de una mujer que era víctima de la red. Captadas en Nigeria, acompañaban a las víctimas hasta Libia desde donde viajaban en patera con destino a Italia.
La infraestructura de la red implantada en Nigeria estaba formada por amigos y familiares de los cabecillas asentados en España. Su actividad principal consistía en captar con falsas promesas de bienestar a mujeres para ser traficadas hacia países de la Unión Europea.
Además de captar a las víctimas realizaban rituales de vudú -les cortaban mechones de pelo o les cogían efectos personales- con los que llevaban a cabo magia negra destinada, según sus convicciones, a inculcarles miedo con el fin de tenerlas siempre controladas bajo la amenaza de 'destruir su alma' o de 'volverlas locas'.
Una vez captadas, el "pasador" acompañaba a las mujeres desde Nigeria hasta Libia, a través de Benín y Níger, vía terrestre. El viaje lo realizaban en camiones y en autobuses, y era el responsable de controlar todos sus movimientos además de facilitarles documentación falsificada para pasar los controles fronterizos.
Una vez en las costas de Libia, las mujeres eran alojadas en los "pisos patera" de que dispone la organización hasta que contactaban con otros traficantes de la costa, con conocimientos de navegación, para buscar una embarcación y cruzar el mar hasta Italia.
Posteriormente, los miembros de la red establecidos en Italia ocultaban en pisos a las mujeres hasta que viajaban a España provistas de documentación falsa. Una vez en nuestro país eran obligadas a ejercer la prostitución en clubes de alterne.
Todo el dinero que obtenían las mujeres explotadas era recogido periódicamente por las 'mamys' hasta que saldaban la deuda contraída con la organización, que normalmente asciende hasta unos 50.000 euros por persona y viaje.
Entre el material intervenido hay efectos empleados para la práctica de rituales de vudú, así como equipos informáticos, documentación, numerosos pasaportes y dinero en efectivo.
