OVIEDO, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Principado, el socialista Javier Fernández, ha advertido este martes en su intervención en el Debate de Orientación Política, que "no se puede imponer una industria más limpia a costa de laminar la industria existente" indicando que "lo que hay que conseguir es una industria más limpia a partir de mejorar la industria que tenemos".
Javier Fernández ha manifestado que estamos viendo estos días como "el proteccionismo y los impuestos al diésel repercuten en los talleres de la siderurgia" y ha advertido de que cada medida de este tipo, por bienintencionada que sea, tiene su envés.
Algo que a su juicio ocurre también cuando se deja en manos de las compañías la decisión sobre el cierre de las centrales térmicas, se concede un mejor trato fiscal al gas frente al carbón o se otorgan una vez más privilegios a la industria vasca por la vía de los peajes eléctricos.
"Cuando alzamos la voz en contra de la descarbonización exprés o de algunas de esas medidas no estamos anclándonos en el pasado, resistiéndonos a un cambio que espera a nuestras puertas. Al contrario, queremos ser partícipes de esa transformación para que se haga de tal manera que no yugule el futuro industrial de esta comunidad, que es también su futuro económico", ha dicho Fernández.
En este punto ha recordado que el Gobierno de Asturias ha sostenido este planteamiento desde el primer momento. "Con coherencia, mantenemos el mismo discurso desde que Iberdrola anunció su intención de cerrar la planta de Lada, cuando el Partido Popular aún ocupaba el Ejecutivo estatal. Hemos procurado alianzas políticas y sociales con este objetivo, incluidas otras comunidades autónomas. Dicho de otro modo, hemos ejercido el liderazgo que corresponde al Gobierno del Principado y seguiremos haciéndolo hasta el final del mandato. Para mí, que de virtudes dramáticas tengo entre poco y nada, éste es uno de los consensos clave que debemos preservar", ha dicho.
DEFENDER LA FUERZA INDUSTRIAL
Ha recordado que "tenemos, probablemente, una fuerza industrial superior a la que podíamos pensar en los peores años de la reconversión", pero también es cierto que nuestra industria ofrece rasgos propios muy acentuados".
Por eso ha considerado que es muy necesario estar tan atentos a la transición energética, incluso a riesgo de caer en la reiteración, advirtiendo que ligarlo en exclusiva a la defensa de la minería "es un reduccionismo peligroso".
En este sentido ha indicado que es evidente que hay que reclamar flexibilidad en la devolución de ayudas por las explotaciones de carbón, garantizar la supervivencia de Hunosa, asegurar las mejores condiciones sociales para las plantillas y disponer más ayudas para las cuencas.
Pero además ha manifestado que "hay que hacerlo rápido, porque el tiempo se ha echado encima". "Cuando reclamamos una descarbonización pactada, progresiva, no apresurada, argumentamos muchas más razones: para defender empleos directos en las térmicas y en el transporte, para mantener el tráfico de graneles de El Musel y, sobre todo, para evitar el peligro de un aumento del precio de la energía que ponga en riesgo la competitividad de la industria. Conjuremos el peligro de una tercera crisis consecutiva" ha manifestado.
