MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha defendido las inversiones en infraestructuras que el Gobierno realiza en Asturias a través de un presupuesto "racional" y que, según ha remarcado, no deja "pufos" que son "casi imposibles de pagar".
Pastor ha defendido así la labor del Ejecutivo frente a las críticas del senador de Foro Isidro Martínez Oblanca, quien ha lamentado la mala conexión de Asturias con el resto de España tanto por vía aérea como por ferrocarril y carretera.
"Los asturianos pagamos unas tarifas aéreas abusivas, disuasorias y que también son absolutamente perjudiciales para atraer turismo", señala Oblanca, y añade que "los asturianos carecemos de infraestructuras y alternativas de transporte frente a los atropellos y el ventajismo de Iberia tolerados por el Gobierno".
En este sentdio, la ministra ha remarcado que "el Ministerio y el Gobierno trabajan para garantizar la conectividad aérea, ferroviaria y por transporte terrestre. Y lo hace con un presupuesto racional y no dejando pufos que ahora es casi imposible pagar", después de que el senador criticara las obras de alta velocidad "sin acabar", la situación del puerto del Musel y las tarifas que tienen que pagar los usuarios del aeropuerto de Asturias.
Pastor ha rechazado todas estas afirmaciones acusando al senador de "faltar a la verdad" al describir la situación de Asturias. En concreto, ha defendido que el Gobierno ha abierto "más tramos en un año" de la Autovía del Cantábrico que el Ejecutivo anterior "en ocho años", hace frente a la deuda del puerto del Musel e invierte en el aeropuerto de la comunidad.
De hecho, ha recordado que el tráfico de pasajeros en este aeropuerto creció un 10,4 por ciento en el primer trimestre del año respecto al mismo periodo del año anterior y ha apuntado que un cálculo de las tarifas durante el próximo mes revelan un precio medio del billete de 230 euros.
Para Oblanca, los asturianos "no están ante una cuestión de política comercial de una compañía aérea" y subrayó que "Iberia fue favorecida por el anterior Gobierno socialista asignándole el uso exclusivo de la nueva terminal principal T4 de Barajas en detrimento del resto de compañías, que fueron desplazadas de un aeropuerto clave, centro de la estrella de conexiones".
Ha afirmado también que "los ciudadanos sufren los efectos perversos del 'sistema tramposo' que impera en España como secuela del incumplimiento del mandato europeo para liberalizar el transporte aéreo, lo que ha impedido mejores servicios y precios más asequibles tal y como sucede en los países más avanzados donde volar es más barato y más eficiente".
