Gijón.- Vecinos del bloque del incendio sospechan que el fuego pudo originarse en una manta eléctrica o un cigarrillo

Actualizado: martes, 27 enero 2009 15:16

La mujer fallecida era muy conocida en la zona ya que había regentado un kiosco

GIJÓN, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El incendio que se produjo en un bloque de viviendas de Gijón en el que falleció una mujer pudo tener su origen en una manta eléctrica o un cigarrillo. Así opinaban los vecinos del edificio del número cinco del Camino de Rubín, quienes lamentaban la muerte de la mujer, que falleció asfixiada al ir a socorrer a su nuera.

En declaraciones a Europa Press, una de las vecinas, Sonia Martínez, explicó que su marido vio como la mujer fallecida salía del edificio de enfrente, donde residía con su hija, y se metía en el portal para socorrer a su nuera, que vivía en el quinto. A la mujer la encontraron tirada en el hall de entrada, junto a los ascensores.

Martínez explicó que la nuera de la mujer pidió auxilio a su suegra por la ventana y que ésta fue en su ayuda antes de que llegaran los servicios de emergencias. También indicó que fueron los vecinos de puerta de la fallecida los que llamaron al hijo de ésta, que es camionero y se encontraba trabajando.

Fueron ellos quienes le contaron que había habido un incendio y que su madre había fallecido en él. La otra hija de la mujer, según explicaron los vecinos, se desmayó cuando se enteró de la noticia y tuvieron que trasladarla al hospital de Jove.

Asimismo, Martínez apuntó que el incendio se originó en el 1 B, donde reside un hombre de 94 años con su hijo. Los dos fueron rescatados por la Policía por la ventana, mientras que el resto de vecinos del resto del bloque, que tiene 26 viviendas, se quedó en sus casas hasta que los efectivos de emergencias les autorizaban a salir.

"No se podía salir de casa", señaló esta vecina. "Era una humareda horrorosa", comentó. Martínez y su familia, que viven en el piso octavo, fueron los primeros en ser desalojados, sobre las 4.00 horas.

Otra de las vecinas de la zona, Esther García, indicó a Europa Press que la mujer era muy conocida en la zona porque había regentado un kiosco frente al edificio donde se produjo el incendio y que ahora trabajaba en una empresa de limpiezas. Todos en el barrio comentaban hoy la noticia y se lamentaban de la mala suerte de la mujer, de tan sólo 46 años.