Premios.- Amos Oz aboga en Oviedo por la creación de un 'Plan Marshall' para Oriente Medio que traiga la paz a la región

Actualizado: martes, 23 octubre 2007 21:23

OVIEDO, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El escritor israelí Amos Oz, premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007, abogó hoy en Oviedo por la creación de un Plan Marshall para Oriente Medio como medida que ayude a la paz y a la prosperidad de la región. "Si funcionó en Europa y en Japón tras la Segunda Guerra Mundial, también podría funcionar aquí", declaró el escritor.

Durante la rueda de prensa, el premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007 que recogerá el galardón el viernes, manifestó su escepticismo sobre la posibilidad de que este proyecto se lleve cabo. "Por desgracia, el gobierno de EE.UU no demuestra la creatividad suficiente en esta materia", declaró Amos Oz. El premiado también declaró que errores como el de Irak no deberían repetirse, ya que en su opinión no se puede implantar la democracia "a punta de pistola".

Respecto al futuro de la región, el escritor manifestó que la mejor y única solución posible es la división de la tierra en disputa en dos estados, uno palestino y otro israelí. "No se puede convertir en una familia feliz a palestinos e israelíes, porque no son una familia feliz", declaró Amos Oz. Al mismo tiempo, el premio Príncipe de Las Letras declaró que nunca como hasta ahora se habían hecho tantos esfuerzos por lograr la paz por parte del gobierno israelí y el palestino.

En cuanto un diálogo de paz entre el gobierno de Israel y Hamas, el escritor declaró que no puede haber compromiso por un lado y destrucción por otro, sobre todo teniendo en cuenta que el objetivo confeso de Hamas es la destrucción del estado de Israel. "Me siento escéptico hacia una paz con Hamas, pero sí favorable a un alto el fuego", declaró Oz. Al mismo tiempo, el premiado matizó que nunca se debe infravalorar el poder y el alcance de los "fanáticos".

El escritor y catedrático de Literatura Hebrea Moderna de la Universidad de Ben Gurion, relató la difícil conjunción de sentimientos que despierta en él el estado de Israel. "Yo amo Isrel incluso cuando tengo ganas de enterrarlo, es mi familia y mi patria", declaró Amos Oz. Aunque el escritor confesó sentirse vinculado con el futuro de Israel, eso no significa que no pueda mostrarse crítico con las políticas que se desarrollan. "Siento amor y enfado hacia mi propia patria", declaró Amos Oz.

En cuanto al modo en que consigue dividir su vida literaria de su vida política, el escritor dijo dedicar la primera parte del día a su parte literaria y el resto de la jornada a escribir artículos políticos. "Cada día después de levantarme me dedico a pasear por el desierto porque me ayuda a poner cada cosa en su lugar", manifestó Oz. El escritor también relató que tras dedicar un tiempo a pensar y a escribir sus obras literarias pone la televisión para informarse acerca de lo que dicen los políticos israelíes. "En ese momento es cuando sé que las piedras del desierto se ríen de los políticos, al mismo tiempo que yo tengo ganas de enviarles al infierno", confesó el escritor.

El Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2007 manifestó su deseo de que no se le identifique con los personajes de sus novelas, porque aunque su opinión esté inscrita en alguno de éstos, es él quien controla a los personajes y no a la inversa.

Respecto a la decisión del gobierno sueco de incluir en el currículum escolar su libro '¿Cómo curar a un fanático?', Amos Oz, declaró sentirse "emocionado" por esta decisión. "El fanatismo es un gen perverso que está en todos los humanos por eso es bueno abrirles los ojos a los jóvenes", manifestó Amos Oz.

En cuanto a la concesión del Premio Príncipe de Asturias de las Las Letras 2007 y de la posibilidad de que éste pueda servir a concienciar sobre la difícil situación que se vive día a día en Oriente Medio, el escritor declaró que todo reconocimiento a este respecto es positivo. "El reconomiento de un activista por la paz puede ayudar indirectamente a construir la cultura por la tolerancia y la comprensión", confesó Amos Oz.