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OVIEDO, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de IU en el Ayuntamiento de Oviedo, Roberto Sánchez Ramos, ha criticado este domingo los discursos pronunciados por el Príncipe de Asturias en su visita a la región con motivo de la entrega de los premios que llevan su nombre. Según ha manifestado Sánchez Ramos, el Príncipe, que podría convertirse en Rey "en meses" sólo pronunció "palabras huecas" tanto en su discurso en Oviedo del viernes como en el que realizó este sábado en Teverga.
"Perdió una gran oportunidad de hacer una crítica profunda para buscar la raíz de la desestructuración social y económica que sufre este país", ha lamentado Sánchez Ramos en declaraciones a Europa Press.
Lo que debería haber hecho Don Felipe, según Sánchez Ramos, es empezar condenando enérgicamente la corrupción, siendo además crítico con su hermana y su cuñado, para que sus palabras "puedan tener cierta credibilidad". Los discursos del Príncipe, ha añadido, "hablan pero no dicen" y se refieren a la crisis como si fuera una responsabilidad "de todos". Parte del problema, ha añadido está en que "quienes le hacen los discursos forman parte del uno por ciento que se sigue enriqueciendo".
Ha dicho que en Teverga, mientras el Príncipe pronunciaba su discurso en el que hablaba de una España verdadera frente a la España desmoralizada, se produjo la "paradoja" de que a pocos kilómetros, en Gijón, había miles de personas procedentes de todo el país haciendo cola para presentarse al examen a una oposición para ser enfermeros.
Los discursos del Príncipe, ha comentado Sánchez Ramos, "no conectan con la gente". No le ha extrañado que el viernes, antes de la ceremonia de entrega de los Premios Príncipe de Asturias, se produjesen delante del Teatro Campoamor importantes protestas por parte de colectivos que están sufriendo.
"Ahí se veía a las dos Españas: por un lado los que sufren con la crisis y por otro los estómagos agradecidos, los creadores del pelotazo y los representantes del pueblo sin ideología", ha dicho. Los discursos del Príncipe, a juicio de Sánchez Ramos, sólo conectan con las 1.400 personas que se vistieron de traje y oropel y que estaban dentro del Teatro". Sánchez Ramos, por las caras que vio a la entrada del Campoamor, ha dicho que tiene la sensación de que "se masca la tragedia", aunque no ha querido concretar más este extremo.
