Los hechos serán juzgados ahora por lo Penal tras solicitarlo la abogada de uno de los acusados
GIJÓN, 11 Ene. (EUROPA PRESS) -
El juicio contra dos ciudadanos rumanos acusados de secuestrar a un compatriota en marzo del pasado año en Gijón, al que forzaron a subir a un vehículo del que le arrojaron tras robarle, ha quedado suspendido al inhibirse la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Asturias con sede en Gijón donde iba a celebrarse a favor del juzgado de lo Penal, han confirmado a Europa Press fuentes jurídicas.
La petición la ha realizado la abogada de uno de los procesados, al no superar la pena máxima de los delitos los cinco años de prisión una vez atendidos los posibles atenuantes. Esta fue aceptada por el Tribunal, por lo que ahora el caso pasará a uno de los juzgados de lo Penal de Gijón y se marcará una nueva fecha de juicio.
Según el informe fiscal al que ha tenido acceso Europa Press, el Ministerio Público les imputa un delito de robo con violencia, otro de lesiones y otro de detención ilegal y solicita para ellos una pena de 23 años de prisión -once años y medio cada uno--, además del pago de una indemnización de 7.040 euros a la víctima y la devolución al Sespa por los gastos de atención médica de esta.
De acuerdo al relato fiscal, sobre las 5.30 horas del pasado 6 de marzo, los acusados, en unión de otra persona cuya identidad se desconoce, abordaron en la calle de Maestro Sergio Domingo de Gijón a un compatriota suyo, D.C.A., al que golpearon en la cabeza con un bate de béisbol o similar, para a continuación obligarse a subir a un vehículo.
Todos ellos se dirigieron en el automóvil hasta el paseo del Muro, donde le obligaron a bajar del vehículo, momento en el que le sustrajeron dos teléfonos móviles, una pulsera y un collar de oro, así como 680 euros.
Tras ello, le forzaron a volver a subir al coche, con el que se trasladaron hasta Somió, donde fue arrojado del vehículo. Como consecuencia, el hombre resultó con diversas heridas y fue trasladado al hospital de Cabueñes, además de quedarle alguna cicatriz como secuela. Los efectos sustraídos están valorados en 3.480 euros.
