Las detenciones se llevaron a cabo en 2000 tras una operación conjunta de la Policía y la Guardia Civil
GIJÓN, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un total de 12 de los 16 imputados de introducir inmigrantes ilegales en el país para luego obligarlas a prostituirse reconoció su culpabilidad en la primera sesión del juicio, que comenzó hoy en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran, confirmaron a Europa Press fuentes jurídicas. No obstante, pese a reconocer los hechos, negaron que pertenecieran a ninguna banda organizada, tal como sostiene la Fiscalía.
Asimismo, otras dos mujeres encausadas que declararon hoy negaron que ejercieran labores de control y vigilancia de las mujeres que supuestamente eran obligadas a prostituirse. De los 16 acusados, uno se encuentra en situación de rebeldía de la Justicia mientras que otro, un ciudadano alemán que no se presentó a la vista de hoy, fue declarado en busca y captura.
La operación policial se llevó a cabo en 2000 en varias comunidades autónomas, entre ellas el Principado, y se saldó con 16 detenidos, casi la mitad asturianos. La Fiscalía pide para cada uno de los imputados, una pena de seis años de cárcel.
Asimismo, los procesados están acusados de un delito continuado contra los derechos de ciudadanos extranjeros. La mayoría de las mujeres víctima de la banda organizada procedían de Colombia y países del Este. La operación la llevaron a cabo de forma conjunta el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil, mientras que la instrucción del caso correspondió a un juzgado de Puerto del Rosario (Fuerteventura).
Entre los detenidos hay regentes de clubes de alterne y mujeres encargadas de vigilar a las inmigrantes, e incluso un ciudadano alemán. En el caso de Asturias, están implicados al menos cinco clubes de alterne de diversas localidades asturianas.
Supuestamente, la organización delictiva proporcionaba a las mujeres un pasaporte, un contrato de su país y 2.000 dólares en metálico para no levantar las sospechas de la Policía en la aduana, cuando llegaban a Barajas con visado de turista. Tras los tres meses que duraba el visado, las mujeres pasaban a tener una situación irregular en España. Las víctimas eran llevadas a clubes de alterne y obligadas a prostituirse hasta que pagaban la deuda contraída con la banda delictiva.
El juicio, que iba a celebrarse el pasado mes de enero, fue suspendido en su día debido a la incomparecencia de una de las acusadas, de origen colombiano, que había viajado a su país para pasar las vacaciones navideñas. En un principio, está previsto que se prolongue hasta el próximo viernes, aunque al reconocer su culpabilidad doce de los acusados podrían acortarse las sesiones.
