OVIEDO, 17 Jun. (EUROPA PRESS) -
El juicio por el homicidio de la joven ovetense Elena Hevia comienza mañana, a las 10.00 horas, en la sala del jurado de la Audiencia Provincial de Oviedo con la declaración del único acusado y ante una gran expectación mediática.
En el banquillo se sentará Paolo Eduardo González acusado de apuñalar a la joven hasta la muerte. Un jurado popular integrado por nueve personas decidirá si fue él quien, el 22 de agosto de 2005, acabó con la vida de la joven después de que ella decidiera poner a fin a la relación que mantenían y se lo comunicase.
El abogado de la defensa del canario, Alejandro Riera, pide la libre absolución de su cliente, mientras que el fiscal especial de Violencia de Género del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Gabriel Bernal, solicita una pena de 23 años de prisión, al entender que hubo ensañamiento. Por su parte, la acusación particular, ejercida por la letrada Victoria Carbajal, reclama una condena de 25 años de cárcel.
Los hechos sucedieron en el quinto piso del número 3 de la calle Alonso Quintanilla de la capital asturiana a última hora de la tarde del 22 de agosto de 2005. Ese día, Elena Hevia, de 27 años, acudió a casa de Paolo Eduardo González para confirmarle la ruptura de la relación sentimental que mantenían desde hacía escasos meses.
La Policía recibió a las 23,45 de ese mismo día una llamada alertándole de que en la citada dirección se hallaba un cuerpo sin vida. Poco después, la patrulla que se dirigía la lugar recibió una segunda llamada en la que la madre de la víctima requería la presencia de los agentes en una calle próxima a la vivienda del acusado porque estaba teniendo "problemas con el novio de su hija".
Los padres de Elena Hevia expresaron a la Policía su preocupación por la falta de noticias de su hija desde horas antes. Los familiares se habían encontrado previamente con el presunto asesino quien les hizo entrega de las llaves de su domicilio. Poco después, la Policía arrestaba a Paolo Eduardo González a escasos metros de su casa. Tras haber perpetrado el asesinado, el acusado acudió a un bar donde pidió una botella de vino. El acusado dio positivo en los controles alcoholemia y drogas.
El cuerpo sin vida de la joven fue hallado en el domicilio de su ex novio a la mañana siguiente sobre la cama del dormitorio principal con dos profundos cortes en el cuello. Según la autopsia la lesión que le provocó la muerte fue un corte desde la oreja izquierda hasta la mitad del cuello.
El supuesto homicida, aunque inicialmente se declaró autor de la muerte de su ex novia, dijo ante la juez encargada de la instrucción del caso no recordar nada de lo que había sucedido el día ni la noche del crimen.
Paolo Eduardo pasó después a disposición judicial e ingresó en el centro penitenciario de Villabona. Aunque ha permanecido gran parte de su prisión preventiva en la cárcel de Mansilla de las Mulas (León), hace un mes fue trasladado de nuevo al centro penitenciario asturiano, donde ingresó en el Módulo 9 a la espera de ser juzgado.
El magistrado, Manuel Vicente Avello, presidente de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, será el encargado de enjuiciar el caso. La sesión comenzará con el interrogatorio al acusado para dar paso al turno de los primeros testigos. Entre ellos estarán la prima de la fallecida, varios agentes o el camarero de un bar cercano al domicilio de Paolo Eduardo.
El día 21 de junio está prevista una prueba pericial por vídeoconferencia en la que declararán cuatro peritos del Instituto de Toxicología de Madrid, dos por parte de la Defensa y otros dos de la Acusación.
