OVIEDO, 10 Ago. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de UGT Asturias, Justo Rodríguez Braga, insistió hoy en la necesidad de que el Principado de Asturias cuente el año 2010 con un presupuesto "expansivo" e "inversor". Así, solicitó al gobierno regional que recurra a la máxima deuda posible.
Rodríguez Braga hizo estas declaraciones en una rueda ofrecida en la Feria Internacional de Muestras de Asturias (Fidma), en Gijón, poco después de que el consejero de Economía y Hacienda, Jaime Rabanal, ofreciese otra conferencia de prensa en la que señaló que el Principado recortará gastos del presupuesto de este año por un importe de 101 millones de euros para ajustar las cuentas regionales.
El dirigente sindical de UGT en Asturias explicó que además de ser expansivo e inversor, las cuentas regionales de 2010 han de tener "muy en cuenta" todo lo relativo a las políticas sociales. Argumentó que las cuentas posibles están saneadas por lo que es factible recurrir al endeudamiento mencionado "hasta el máximo posible". Así apostó por "sacar" parte de las obras de infraestructuras fuera del propio presupuesto, dado que el endeudamiento no puede superar el 2,5 por ciento.
De esta forma, para UGT lo importante es que el presupuesto de 2010 aumente respecto al de 2009, por lo que es "obligado" un acuerdo entre las dos fuerzas que gobiernan: PSOE e IU. Las cuentas públicas además han de tener en cuenta el salario social, la ley de Dependencia, la educación 0-3 años, la sostenibilidad de los sistemas educativo y sanitario, y la defensa del empleo.
CRÍTICAS A LA PATRONAL
Rodríguez Braga no ahorró críticas para los empresarios. En concreto, se refirió al presidente de la Federación Asturiana de Empresarios (FADE), Severino García Vigón, al que criticó por practicar un "doble lenguaje" al participar en el diálogo social en Asturias y, sin embargo, "jalear" al mismo tiempo a la patronal española en la "ruptura" del diálogo social.
A juicio de Rodríguez Braga fue la CEOE la que rompió el diálogo social en España con su "prepotencia" y "egoísmo", a pesar de que había posibilidades de llegar a un acuerdo de mínimos que facilitase retomar el diálogo en septiembre. Sin embargo, según el dirigente de CEOE, a la patronal española le interesó más escenificar el desacuerdo "por razones políticas", situándose así "en las tesis de la derecha".