Visto para sentencia el juicio a los acusados de estafar a una mujer mayor en Trubia (Oviedo)

Publicado: jueves, 25 enero 2024 14:35

OVIEDO, 25 Ene. (EUROPA PRESS -

El juicio a los dos acusados de estafar a una mujer mayor en Trubia, en Oviedo ha quedado visto para sentencia. La Fiscalía pide para ellos 18 meses de prisión, mientras que el abogado de la mujer, David Gato de Bauche Abogados reclama dos años de cárcel.

La víctima no podido prestar declaración dado su deterioro físico y cognitivo, teniendo en cuenta que los hechos que se juzgan ocurrieron ya en 2019 y la avanzada edad de la mujer. Si ha prestado declaración su nieta que ha corroborado los hechos denunciados.

Según el escrito del fiscal, hasta al menos el mes de mayo de 2019, la mujer, nacida en 1946, residía sola en Trubia. Padecía desde hacía tiempo disminución de su capacidad de discernimiento y alteración de sus funciones ejecutivas por deterioro cognitivo, asociado a su dificultad de comunicación por hipoacusia bilateral solucionada de forma solo parcial con audífonos.

En el mes de septiembre de 2017, varios distribuidores o comerciales de una empresa que no han sido identificados se presentaron en el domicilio de la mujer para ofrecerle la compra de diferentes productos. El 7 de septiembre de 2017 consiguieron venderle una enciclopedia de 12 tomos de Medicina Natural, una tablet, una base magnética, un sistema de masaje y presoterapia para pies, un comic de doce tomos de Mortadelo, un pack turmalina, un generador de ozono y un reloj por un importe total de 2.628,60 euros, que debía abonar en treinta y ocho mensualidades de 67,40 euros.

El 16 de mayo de 2019, los dos acusados, administrador y trabajador de otra empresa acudieron de mutuo acuerdo al domicilio de la mujer conociendo, ya que uno de ellos había trabajado para la empresa anterior, que la mujer estaba abonando en cuotas el precio de la mercancía.

Así, mientras un acusado se quedó en el exterior, el otro acusado, aprovechando la circunstancia de que la víctima vivía sola y que nadie supervisaba su disposición de dinero para gastos inhabituales o de importancia y de que sus características personales la hacían especialmente influenciable o manipulable, convenció a la mujer para que abonara 1.300 euros en efectivo para liquidar la deuda que mantenía con la primera compañía y así evitar la subida de los intereses que estaba pagando por la financiación del precio.

Siempre según el relato del fiscal, le aseguró, a cambio, que recibiría varios efectos a pesar de saber que no se ajustaban a sus necesidades y que algunos eran para ella verdaderamente inútiles: un surtido de ibéricos, un reloj, un set de sartenes y una colección de sistemas de medicina. La mujer, en la creencia de que así liquidaba la deuda con la primera empresa, lo que no era cierto, entregó 1.300 euros en efectivo. Tan solo recibió un jamón, un lomo y un chorizo.

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