Los centros de visitantes que la Consejería gestiona en la comarca de Campoo-Los Valles cuenta con nueva imagen corporativa
SANTANDER, 6 Oct. (EUROPA PRESS) -
El centro de visitantes del Monte Hijedo, ubicado en Riopanero (Valderredible), ha reabierto sus puertas tras incorporar nuevos contenidos expositivos y museográficos que fomentan la interactividad con el visitante, y que han supuesto una inversión de 689.490 euros.
El Monte Hijedo constituye una de las masas forestales de mayor extensión de roble albar de Cantabria. Es por ello que la instalación, que forma parte de la red de centros de visitantes que gestiona la Consejería de Medio Ambiente en la comarca de Campoo-Los Valles, tiene como principal objetivo promover el conocimiento de la realidad ambiental de su entorno, así como la reflexión sobre su conservación.
Tras varios meses de obras llevadas a cabo por el Centro de Investigación del Medio Ambiente (CIMA), este centro ubicado en una casa-torre medieval ha reabierto sus puertas al público. La exposición del centro del Monte Hijedo se ha concebido con el objetivo de interactuar en todo momento con los contenidos exhibidos a lo largo del recorrido. Así, el visitante se ve inmerso en un juego constante en el que se convierte en principal protagonista.
Diferentes huellas de animales reciben la llegada del visitante, dirigiéndole a espacios escondidos donde obtener mayor información sobre el lobo, el jabalí o el tejón, entre otros. El recorrido que discurre por el centro comienza su andadura por el árbol, como tema central, y su ubicación en los bosques cántabros, presentando la diversidad de las masas forestales presentes en la región.
Contar los anillos de varios troncos de árboles con la ayuda de una lupa; sobrevolar los bosques de Cantabria con una pantalla informativa que utiliza el Google Earth como base; disfrutar con varios audiovisuales producidos por Burbuja Films, que trasladan al visitante a la historia, usos y recursos actuales y pasados del Monte Hijedo, e incluso percibir los diferentes olores que se encuentran en la zona como manzanilla, tomillo, romero, salvia y lavanda, son algunos de los principales atractivos del centro.
El recorrido continúa con una inmersión en el Monte Hijedo. En esta sección se observa lo que está ocurriendo en el bosque en ese mismo momento gracias a una cámara instalada en uno de sus árboles y que el visitante puede dirigir a través de un joystick. Además, otro audiovisual relata a través de la experta voz de un árbol centenario la historia del Monte.
Por último, y culminando el edificio, se encuentra el mirador con un observatorio destinado a la interpretación del paisaje que circunda al centro. Varios telescopios facilitan la observación de detalles lejanos.
NUEVA IMAGEN CORPORATIVA
Otra de las cuestiones en las que se ha trabajado durante las obras de renovación del centro es la de la nueva imagen corporativa que identificará a la red de centros de visitantes que la Consejería de Medio Ambiente gestiona en la comarca de Campoo-Los Valles.
Una línea de diseño común en la que que destaca el color asignado a cada uno de ellos. El verde oscuro es el distintivo del centro dedicado al Monte Hijedo en Riopanero; el verde claro al centro de la piedra en seco en La Puente del Valle; el azul claro al centro especializado en el río Ebro en Fontibre y el azul más oscuro, al del Embalse del Ebro en Corconte.
El Monte Hijedo representa un enclave ecotonal en el que se entremezclan las especies propias de la región eurosiberiana y de la región mediterránea, formando un bosque de transición bioclimática entre ambas. Esta singularidad, acompañada de la adaptación humana al entorno, ha generado lo largo de la historia un contenido cultural y patrimonial de elevado valor.
Ambientalmente, la masa forestal del Monte Hijedo destaca por su calidad y extensión. Se trata de un excelente bosque de roble albar, que además de contener otras especies de roble (rebollo y quejigo), esconde en su interior magníficos ejemplares de hayas (Fagus sylvatica) y tejos centenarios (Taxus baccata).
Asimismo, alberga una buena representación de ungulados, es decir, mamíferos que presentan casco o pezuña (corzo y jabalí) y carnívoros forestales (marta y gato montés). La riqueza de este entorno se completa con un rico patrimonio histórico y cultural caracterizado por la transformación tradicionalmente responsable del hábitat natural.
Otros elementos que ponen de manifiesto la calidad y variedad ambiental de esta zona son la vegetación de ribera asociada a los distintos cursos de agua, y dos curiosidades geomorfológicas, el tobazo de Villaescusa de Ebro y los páramos de Bricia y la Lora, en los cuales se encajan las hoces del río Ebro, refugio de una avifauna de importancia reconocida (ZEPA), entre la que cabe destacar la presencia del buitre leonado, el alimoche, el águila real y el águila perdicera.
