SANTANDER, 11 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Gobierno de Cantabria ha aprobado, en su reunión del pasado jueves, delimitar el entorno de protección del Jardín Histórico de Puente San Miguel (declarado Bien de Interés Cultural, BIC), por un trazado de cuatro metros alrededor de su cerramiento.
Así figura en una resolución, publicada este viernes en un Boletín Oficial de Cantabria Extraordinario, según la cual, el entorno que se delimita es el apropiado a la estructura del jardín, permite garantizar su integridad física, le da apoyo ambiental y cultural y permite la plena comprensión del mismo. Además, garantiza su mantenimiento y es adecuado para preservar su identidad y el contenido cultural.
De este modo se han rechazado las alegaciones presentadas por varios interesados.
Así, respecto al hecho de la propiedad del bien, Sociedad Puente San Miguel, S.A., está de acuerdo con la propuesta del Ayuntamiento de Reocín de archivar las actuaciones de delimitación hasta que sea aprobado el Plan General de Ordenación Urbana y/o el Plan Especial, se alega que el expediente da respuesta al cumplimiento de un mandato legal de dotar de entorno de protección a los Bienes declarados de Interés Cultural.
Otras alegaciones pedían que se desconsiderarse los informes favorables emitidos por las instituciones consultivas porque inicialmente habían emitido otros desfavorables.
Se replica que inicialmente se solicitó informe al Centro de Estudios Montañeses y al Colegio de Arquitectos de Cantabria sobre el entorno delimitado en la incoación y ambos emitieron informes negativos. A la vista de los mismos, y siguiendo las directrices marcadas en estos informes, la Comisión Técnica de Patrimonio Edificado informó favorablemente la modificación del entorno incoado, reduciéndolo hasta trazar un entorno de 4 metros alrededor del cerramiento del jardín histórico, que entonces sí contó con el visto bueno de ambas entidades.
Se alegó también que la delimitación afectaba a los derechos de propiedad y priva de derechos legítimos a los propietarios de terrenos colindantes con el jardín histórico, a lo que se responde que la inclusión de terrenos en el entorno de protección de un bien no afecta a la titularidad de los mismos, ni supone gravamen económico, ni se encuentran sometidos, de ningún modo, al desplazamiento de la propiedad hacia la Administración, porque "la delimitación de un entorno de protección no restringe, en sí misma, las actividades o usos actuales de los terrenos en él incluidos, que habrán de convivir con él".
Igualmente se ha rechazado la alegación de la propietaria de un terreno colindante, que pedía que entorno de protección se limitara a una parte del jardín histórico y dejara fuera la parcela de su propiedad porque no se ajusta a la Ley de Patrimonio.
En la misma línea, se ha descartado que deba revisarse la declaración de Bien de Interés Cultural porque no es objeto del acuerdo que se aprueba; y el hecho de se trate de un bien privado sin régimen de visitas establecido porque la Ley de Patrimonio establece la posibilidad de limitar o excepcionar la obligación de permitir visita pública.
Tampoco se ha tenido en cuenta que existan redes eléctricas de media y baja tensión puesto que éstas no son incompatibles con el entorno de protección que se delimita.
El Jardín Histórico de Puente San Miguel, que perteneciera a Marcelino Sanz de Sautuola, descubridor de la Cueva de Altamira y que actualmente pertenece a sus descendientes, se puede visitar desde mayo a septiembre el primer y tercer miércoles de cada mes, en dos horarios, a las 9.30 y 11.30 horas.
Son visitas guiadas que conducen al paseante entre centenares de especies de árboles venidos de todos los rincones del mundo, algunos con más de 150 años plantados por el propio Marcelino Sanz de Sautuola. Entre otros árboles centenarios se pueden ver sequoias, magnolios o cedros. La visita dura entre hora y hora y media y es gratuita
