SANTANDER, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Biblioteca Central de Cantabria acogerá en febrero y marzo dos talleres para niños con los que se pretende difundir la tradición de las marzas entre los más jóvenes, y que se incorporan como novedad al programa habitual de esta celebración.
Destinados a niños de entre 7 y 10 años, se les enseñará el origen de las marzas, las variedades de las mismas y los lugares donde se cantan, además de iniciarles en su canto.
Así lo ha anunciado este jueves el consejero de Cultura, Ramón Ruiz, que ha presentado en rueda de prensa una nueva edición de las marzas acompañado por el presidente de la Federación Cántabra de Coros, Juan José Crespo.
Ruiz ha destacado que estos dos talleres, una iniciativa totalmente novedosa, están dirigidos a los más pequeños a fin de que "conozcan estos cantos y que incluso se atrevan a interpretarlos".
Se celebrarán los días 26 y 27 de febrero y 3, 4 y 5 de marzo, todos ellos a cargo de la profesora y cantante Montserrat Obeso, salvo el del día 3, que impartirá el profesor, investigador y etnógrafo, Alberto Martínez Beivide.
El programa de conciertos de las marzas se iniciará el sábado 27, a las 12.00 horas, en la Biblioteca Central, con la actuación del Coro Ronda Altamira.
Esta agrupación realizará el día 29 de febrero un recorrido por Santander, pasando primero por el Ayuntamiento, a las 18:00 horas, y luego por La Alameda, a las 19:30 horas, y participará también en el concierto que se organizará el día 1 de marzo en el Parlamento de Cantabria.
Durante el último fin de semana de febrero y la primera semana de marzo intervendrán en este programa de conciertos un total de 10 coros que interpretarán estas tradicionales tonadas en 90 localidades de todo Cantabria.
UN BIC QUE DEBE SER PRESERVADO
Ruiz ha recordado que estos cantos fueron declarados Bien de Interés Cultural, con categoría de inmaterial, el pasado 29 de enero de 2015, junto con otras manifestaciones etnográficas como los bolos y distintas danzas folclóricas. "Con esta declaración, se pretendía dotar de un instrumento legal que ayudara a la difusión y preservación de este legado muy frágil, y que corría peligro de perderse", ha señalado.
También ha asegurado que el objetivo de la Consejería de Cultura es dar cumplimiento a la obligación de "fomentar y dar a conocer nuestro patrimonio", de manera especial el inmaterial, apoyando iniciativas como esta de las marzas a fin de que llegue al mayor número de personas posibles. "Estamos ante un legado centenario y que tenemos la obligación de cederlo en las mejores condiciones a nuestros descendientes", ha añadido.
LAS MARZAS COMO EXPRESIÓN DE LA SOLIDARIDAD
Por su parte, Juan José Crespo ha destacado que el concierto que se ofrecerá en el Parlamento el día 1 reunirá a más de un centenar de marceros de tres coros distintos: el coro Ronda Altamira, la Ronda Las Fuentes de Reinosa y la Ronda Marcera de Torrelavega, "una tradición que se inició en 1991 y que se ha retomado con fuerza en los últimos años".
Crespo ha comentado que el origen de las marzas es la solidaridad, ya que era la jornada en que los más jóvenes pedían a los vecinos del pueblo para ayudar a los más desfavorecidos. Continuando con ese espíritu, lo que recauden los marceros en esas jornadas irá destinado a varias ONGs.
Las marzas son una de las celebraciones de más antigua tradición en Cantabria y consisten en rondas de mozos que cantan romances petitorios en la última noche de febrero y el primer día de marzo por toda la región, recordando la entrada del año y el comienzo del ciclo agrario en el antiguo calendario romano.