El invierno ha sido cálido y con precipitaciones normales
SANTANDER, 20 Mar. (EUROPA PRESS) -
El tiempo estable y seco de los últimos días cambiará con la entrada de la primavera, ya que a partir de este viernes está prevista la llegada de un frente de aire frío (del Noroeste) que hará descender bruscamente las temperaturas y traerá lluvia y nieve abundante en las montañas. En la siguiente semana continuará la inestabilidad, con pequeñas borrascas que también dejarán algunas lluvias.
Es la predicción que han ofrecido este jueves los responsables de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) en Cantabria, durante la rueda de prensa que ofrecen habitualmente con carácter trimestral para hacer balance de la estación saliente.
Según han explicado, el invierno ha sido cálido, con 0,8 grados centígrados por encima del promedio del trimestre, por la persistente presencia de vientos de oeste y suroeste; y normal en cuanto a precipitaciones, que han alcanzado el 96% del valor normal para esta época del año.
Enero ha sido el mes "más extremo" de la estación, muy cálido (+1,2ºC) y muy húmedo (143%); y diciembre ha sido "muy seco", con la mitad de las precipitaciones habituales en este mes. Febrero presenta valores normales a nivel térmico y pluviométrico, y sin embargo, destaca por el número de días de viento y la intensidad del mismo, en total 12 días con rachas de más de 70 kilómetros por hora, "dos veces lo normal para este mes".
Como valores extremos destacan los menos ocho grados de temperaturas mínimas registrados en Polientes en la primera quincena de diciembre; los 24,5ºC de máxima alcanzados en San Vicente a mediados de febrero; los 53,4 litros por metro cuadrado caídos en Santander el 19 de enero; o la racha de viento de 140 kilómetros por hora registrado en Tresviso a primeros de febrero.
Marzo ha comenzado con "ambiente cambiante, de auténtica primavera", que cambia este fin de semana tras 15 días de tiempo estable anticiclónico, poca lluvia y temperaturas ligeramente por encima de lo normal.
El delegado de la AEMET, José Luis Arteche, y el jefe de la sección de Climatología, Juan José Rodríguez, han recordado que la predicción estacional está en una fase "bastante experimental", por lo que no tiene la "fiabilidad" que tiene en otras partes del mundo.
Según han explicado, la predicción de la Semana Santa, que este año cae en la segunda quincena de abril, "no está hecha todavía", y si bien abril es el mes más lluvioso de la primavera, los modelos mensuales anuncian que las precipitaciones irán disminuyendo "a lo largo de un mes".
TEMPORALES
Sobre la sucesión de temporales que han castigado este invierno el litoral cantábrico, Arteche ha explicado que lo excepcional no ha sido la altura del oleaje sino la recurrencia y acumulación de temporales, asociada a una presencia muy seguida de borrascas.
El portavoz de la AEMET ha añadido que el temporal que mayores daños causó en el litoral coincidió con una pleamar, lo que le dio "un plus de recorrido" hacia el interior; y el tiempo entre cresta y cresta muy alto, de casi 20 segundos, lo que incrementa la energía de las olas y "puede ser también una de las causas de que haya hecho tanto destrozo en la línea de costa".
