SANTANDER, 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
El historiador de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) Isidro Bango Torviso ha considerado que "la Iglesia aún sigue siendo muy misógina, fundamentalmente con el papel de la mujer en la función sacramental".
Así lo ha indicado en su intervención este jueves en el monográfico 'Mujeres en silencio: el monacato femenino en la España medieval' en el monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo (Palencia) y que se enmarca dentro de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC).
El experto en arte románico y prerrománico ha centrado su ponencia, titulada 'Las pretensiones episcopales de las abadesas cistercienses', en una Bula Pontificia de 1.210 por la cual el Papa Inocencio III "reconviene a los obispos de Palencia y Burgos sobre un grupo de abadesas de la zona que están realizando una actuación que, en principio, solo corresponde a los obispos, ya que estaban perdonando los pecados a la población para permitir su entrada en el cielo", ha anotado el catedrático de la UAM.
Esta forma de entender la religión, que demostraba el nivel de progresión en la defensa de la condición femenina de este grupo de abadesas, enojó tanto al Papa del momento que argumentó su Bula señalando que "ni siquiera la Virgen tiene derecho a perdonar los pecados porque Cristo no le dio ese poder, solo lo tienen los obispos", ha recordado Bango.
Una actitud misógina que, a juicio del ponente, la Iglesia sigue manteniendo hoy en día, especialmente en todo lo que se refiere a la función sacramental, donde el papel o protagonismo de la mujer "es nulo".
Esta forma de entender la religión, que demostraba el nivel de progresión en la defensa de la condición femenina de este grupo de abadesas, enojó tanto al Papa del momento que argumentó su Bula señalando que "ni siquiera la Virgen tiene derecho a perdonar los pecados porque Cristo no le dio ese poder, solo lo tienen los obispos", recordó Bango.
Una actitud misógina que, a juicio del ponente, la Iglesia sigue manteniendo hoy en día, especialmente en todo lo que se refiere a la función sacramental, donde el papel o protagonismo de la mujer "es nulo".
Las abadesas de aquella etapa medieval, pertenecientes a la aristocracia y nobleza castellana, "se erigen en protagonistas de la Historia reclamando para ellas lo que ni siquiera los abades habían pedido a la autoridad pontificia", destacó el historiador.
En este sentido, hizo hincapié en que este hecho "no corresponde a la nueva visión de la Edad Media que introdujeron los mendicantes, especialmente Francisco de Asís y Domingo Guzmán, sino que es un hecho anterior que arranca con el protagonismo que se da a la mujer en la Teología del siglo XII, donde se trata a María como una nueva Eva y donde justamente se reivindica ese protagonismo femenino".
La actitud de estas abadesas caló de tal manera en la sociedad que llegó incluso a los niveles más populares y "sobre este campo arado viene la simiente del nuevo concepto de religión que sí introdujeron Francisco de Asís y Domingo Guzmán, y que es una visión más humana, más próxima al nivel humano de la sociedad", apuntó el especialista en historia.
Inocencio III pudo parar el "escándalo" a nivel de autoridad eclesiástica pero a nivel popular, en la calle, "nos encontramos cómo la mujer va obteniendo su propio lugar en la sociedad, aunque es verdad que es a nivel pequeño pero ya se ha iniciado la andadura, un nuevo camino en esa condición femenina", reconoció Bango.
De hecho, el experto en Teología hizo referencia a las Cantigas de Santa María de Alfonso X, "a los ejemplares que están iluminados", donde se puede contemplar un tratamiento de la mujer que "precisamente responde a este planteamiento".
"Se ve cómo la Virgen adquiere una imagen de obispo y bendice a los difuntos. No solo eso. También se ve a la mujer con respecto a su marido, y cómo adquiere un mayor protagonismo y una mayor independencia", recordó.
"Curiosamente, uno de los personajes que se considera más conservador en la Teología del siglo XII, como es Bernardo de Claraval, va a ser el origen de esta importancia transformación de la imagen de la mujer", concluyó Bango.
VISITAS A MONASTERIOS DEL ENTORNO
Organizado por la Fundación Santa María la Real de Patrimonio Histórico, en colaboración con los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria, la Diputación de Palencia y el Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, el monográfico se centra en las manifestaciones monásticas femeninas de la Edad Románica y en las características fundamentales de la devoción institucionalizada de las mujeres.
Entre las actividades incluidas en el curso 'Mujeres en silencio. El monacato femenino en la España medieval' han destacado las visitas guiadas a diferentes monasterios del entorno de Aguilar de Campoo.
En este sentido, los 140 participantes han podido disfrutar de las maravillas que guardan y atesoran lugares como el monasterio premostratense de Santa María la Real, el cisterciense de San Andrés de Arroyo, el de Santa Eufemia de Cozuelos (Orden Militar de Santiago) o el de las clarisas de Santa Clara de Astudillo.
Durante los cuatro días que ha durado el encuentro han pasado por el refectorio de Santa María la Real grandes conocedores de la materia a abordar como Juana Torres Prieto, Ángela Muñoz Fernández, José Luis Hernando Garrido, Francisco Pérez Rodríguez, Gregoria Cavero, Pablo Abella o Fernando Gutiérrez.