Entrará en funcionamiento en un plazo máximo de cuatro años y aspira a ser el competidor directo del sistema estadounidense SANTANDER 15 Jul. (EUROPA PRESS) -
El ingeniero topógrafo del Centro de Observaciones Geodésicas (COG), José Antonio Sánchez Sobrino, afirmó hoy en Torrelavega que el sistema geodésico europeo Galileo "supondrá una revolución aún mayor que el GPS", durante la ponencia que impartió en la Escuela de Minas de la Universidad de Cantabria (UC).
Galileo es una constelación de satélites que entrará en funcionamiento en un plazo máximo de cuatro años y que aspira a ser el competidor directo del GPS estadounidense que actualmente es líder mundial en el mercado de redes geodésicas, informó la UC en un comunicado.
Gracias a esta tecnología puntera "los usuarios tendrán una precisión centimétrica en tiempo real" y esto es útil no sólo para el ciudadano medio, que recibirá actualizaciones constantes de su posición a través de Internet, sino, sobre todo, para las aplicaciones topográficas y cartográficas, explicó Sánchez.
Una vez que entre en funcionamiento Galileo, los usuarios dispondrán de tres sistemas con los que trabajar: el GPS, el propio Galileo y el Glonass ruso, de modo que "lejos de que el GPS se quede obsoleto, lo que sucederá es que habrá receptores que puedan captar las tres constelaciones de satélites lo que proporcionará la máxima precisión al usuario", señaló el ingeniero.
El objetivo final de este nuevo sistema georeferencial es competir con el GPS, líder del sector. "Galileo pretende ser un referente en el mercado mundial de receptores al tiempo que abrir mercado a las empresas europeas de telecomunicaciones y de desarrollo de satélites", apuntó Sánchez.
ESPAÑA, PIONERA.
Por su parte, Francisco Javier González, jefe del área de Cartografía del IGN, explicó los beneficios del nuevo sistema geodésico referencial que se está implantando en España y que tendrá una implicación directa en infraestructuras ya que, por ejemplo, permite enlazar un AVE con una precisión de centímetros, "cosa que con un sistema clásico no se podría hacer", comentó.
En este campo, España es pionera: aunque el plazo de implantación concluye en 2015, la realidad es que ya se está aplicando en todo el territorio nacional aunque coexiste con el GPS ya que se trata de una tecnología que todavía no está al alcance de todos los organismos. "En este periodo se tendrá que trabajar en uno u otro sistema aunque si se hace una infraestructura delicada como un AVE o un trasvase, se aplicará el sistema más moderno posible porque tiene más calidad", indicó González.
La coexistencia de dos sistemas georeferenciales hasta 2015 hará inevitable que en algunos casos se trabaje el doble, por lo que desde el IGN se recomienda "que el sistema antiguo sea siempre un subproducto del sistema nuevo".