Se apunta que los cambios en la conducta de la niña pudieron deberse al nacimiento de su hermana pequeña
SANTANDER, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria ha absuelto a un acusado de abusos sexuales a una niña menor de edad, al no existir pruebas que confirmaran las acusaciones ni la existencia de los citados hechos, en un proceso que no ha contado con la acusación del Ministerio Fiscal.
En noviembre de 2007, familiares de la menor, de tres años en esa época, denunciaron al acusado por haber efectuado, según sostenían, distintos tocamientos a la niña, aprovechando las ocasiones en que era cuidada por la entonces novia del procesado.
Precisamente el testimonio de esta mujer, que ya no mantiene una relación sentimental con el procesado, ha sido uno de los que la Audiencia considera que hay que "prestar gran atención". Según declaró en el juicio de forma "contundente", era "imposible" que su compañero hubiera podido ejecutar estos hechos, sucedidos cuando ambos vivían juntos.
La sentencia también se apoya en el relato del médico que examinó a la menor cuando su madre pidió ayuda ante la sospecha de los abusos, sin apreciar "signos clínicos" que lo confirmaran, como lesiones o heridas, y con unos rasgos físicos que impedían la introducción de objetos grandes.
Y recuerda los testimonios de los peritos que no se apreciaron los cambios de comportamiento propios de estos hechos, salvo una mayor irritabilidad, pero que coincidió en el tiempo con el nacimiento de su hermana menor, "lo que, sin duda, también puede explicarlo".
RESPUESTAS "CORTADAS Y DIRIGIDAS"
El fallo apunta que ningún médico forense adscrito a los juzgados de Santander ha examinado a la niña. Y se refiere al análisis del Centro de Asistencia e Información a Víctimas de Violencia de Género (CAVAS), con entrevistas a la menor en las que "únicamente transcribe lo que realmente puede ser importante para el caso", con respuestas "cortadas" y "dirigidas" hacia el relato contado por la madre.
La Sección Tercera considera además que "hubiera sido deseable" contar con algún soporte audiovisual para revisar las entrevistas, con lo que se hubiera podido tener una "visión más completa" de aspectos como el lenguaje corporal de la menor, que en este caso consideran de importancia por su escasa edad.
Junto a esto, un informe de un equipo psicosocial adscrito al Juzgado que instruyó la causa, detectó "ciertos indicadores conductuales" que, sin ser "exclusivos" de los abusos, "suelen darse como respuesta" a este tipo de vivencias, pero no pudieron establecer la causa por la que se produjeron y también apuntaron a la existencia de otros factores que "pudieran favorecer su aparición", como el nacimiento de la hermana menor.
La niña no aportó testimonio alguno sobre los hechos, declaración que se suma a la postura "firme" de negación de los mismos del acusado a lo largo de todo el procedimiento.
Frente a esto, el relato de la madre incurre en "inexactitudes y contradicciones importantes", y se recuerda la existencia de "ciertas diferencias" respecto a esta familia por cuestiones económicas que hacen que esta versión deba "ser puesta en tela de juicio2.
