Acaba la estabilización del talud de Caviedes y se inicia la del de Cabezón

DELEGACIÓN DEL GOBIERNO EN CANTABRIA

CABEZÓN DE LA SAL, 3 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las obras de estabilización del talud de Caviedes están "prácticamente acabadas", a falta solo "de remates", nueve meses después de producirse por las lluvias el argayo que llegó a cortar durante días la A-8, y ahora se van a iniciar de forma inminente las dirigidas a atajar los dos argayos que tuvieron lugar junto a la N-634 a su paso por Cabezón de la Sal, a la altura de la empresa Textil Santanderina.

Así lo ha anunciado este viernes el delegado del Gobierno, Pablo Zuloaga, durante una visita a las zonas afectadas por las obras, un acto que ha aprovechado para reivindicar el trabajo de la Demarcación de Carreteras del Estado en Cantabria es "constante" y se ha felicitado de que se vaya viendo "el fruto" de las obras.

Zuloaga ha explicado que el Gobierno de España ha invertido 5,7 millones de euros en las obras de estabilización del talud de Caviedes y ahora destinará ahora unos 76.000 euros en las que se van a ejecutar en relación a los argayos frente a Textil Santanderina, en Cabezón.

Una vez concluidos los trabajos en Caviedes, el delegado del Gobierno ha explicado que ahora se va a control para ver si el talud está realmente estabilizado, tal y como se pretendía con esta actuación.

El delegado del Gobierno ha aprovechado su visita a la zona para agradecer a las empresas adjudicatarias de las obras el trabajo realizado y ha reconocido también la labor de la Demarcación de Carreteras que, según ha dicho, está "pendiente" de que todas las obras se hagan como deben hacerse y de que, además, no afecten a la seguridad del tráfico.

LAS OBRAS DE CAVIEDES

Según la documentación de las obras, consultada por Europa Press, el talud de Caviedes, situado en el punto kilométrico 254 de la A-8, empezó a presentar problemas de agrietamiento y hubo un posterior deslizamiento en el primer semestre de 2017, lo que motivó que a finales de agosto de ese año se aprobara una declaración de obras de emergencia por valor de 2,1 millones para solucionar el problema.

Sin embargo, durante la fase de ejecución de las obras y debido a las intensas lluvias entre finales de octubre y principios de noviembre, el día 10 de ese mes se inició un nuevo deslizamiento que ocupó la berma, la cuneta y parte del carril derecho, de los tres que en ese punto tiene la calzada izquierda de la autovía.

Las labores de limpieza de la calzada comenzaron ese mismo día pero a la madrugada siguiente se produjo un gran deslizamiento desde la cabecera del talud, movilizando una gran cantidad de material que invadió los tres carriles de la autovía, lo que hizo necesario el corte de la calzada y el consiguiente desvío del tráfico.

La calzada izquierda de la autovía estuvo totalmente cortada entre el 11 y el 16 de noviembre, habilitándose ese último día un carril de circulación, y posteriormente durante las Navidades, entre el 21 de diciembre y el 8 de enero, se habilitó un segundo carril, que fue posteriormente vuelto a cerrar hasta el 14 de febrero, fecha en que quedó definitivamente abierto el mismo.

Y el 19 de junio pasado se abrió el tercer carril con lo que la afección a la calzada quedó finalizada, según el informe de las obras.

Este episodio de noviembre hizo que las primeras obras de emergencia decretadas en agosto tuvieran que ser ampliadas, lo que hizo necesario habilitar un nuevo presupuesto de 3,6 millones, lo que sumado al coste de las anteriores suma los 5,7 millones citados por Zuloaga.

Las actuaciones que se han ejecutado, además de las ya contempladas en la fase inicial de las obras (relleno de las grietas del talud, refuerzo y consolidación del mismo o construcción de muro de escollera y hormigón al pie del mismo, entre otras), eran básicamente la eliminación de todo el material desprendido, el retaluzado de todo el desmonte y la actuación de drenaje, tanto en la zona del talud como en su coronación y zonas colindantes.

El vaciado del material del deslizamiento, que ha tenido que ser ejecutado con tráfico contiguo ha llevado a la necesidad de ejecución de "medidas extremas de seguridad, lo que ha complicado los trabajos".

Además de las actuaciones reseñadas, se repuso el firme de la calzada en la zona afectada, ya que había sido "seriamente afectado por el deslizamiento".

Otra actuación auxiliar ha sido la habilitación de dos vertederos en sendas zonas colindantes, en los que se depositaron las 310.000 Toneladas de material deslizado y que hubo que retirar. Esos vertederos, una vez utilizados, se han restaurado y revegetado, además de con hidrosiembra, con la plantación de 1.200 árboles.

También se ha colocado instrumentación en todo el talud para efectuar un seguimiento continuo de los posibles movimientos que pudieran producirse.

LA ACTUACIÓN EN CABEZÓN

Respecto a la actuación en Cabezón de la Sal, Zuloaga ha subrayado que la actuación a realizar, que va a comenzar de forma prácticamente inmediata, según ha señalado a Europa Press, va a tener un menor mucho menor que la anterior de 76.000 euros.

Las actuaciones que se van a llevar a cabo para solucionar la problemática existente son la colocación de redes de cables ancladas al terreno para asegurar el talud y evitar nuevos deslizamientos, reforzadas en su interior por mallas.

Por otro lado, se procederá al vaciado de los elementos deslizados que han sido contenidos por las pantallas dinámicas colocadas con anterioridad y finalmente se adecuará el drenaje superior del talud, para evitar en lo posible la infiltración de aguas en el mismo.

En este caso, fueron las precipitaciones de marzo las que hicieron que se produjeran varios deslizamientos con caída de bloques y abundante sobre la N-634, en los accesos a Cabezón de la Sal y a la propia empresa Textil Santanderina.