Acusado de agredir sexualmente a una joven en Isla
EUROPA PRESS

El fiscal rebaja a 7 años la petición de cárcel por reparación del daño al haber consignado 8.500 euros, y la defensa insiste en la absolución

SANTANDER, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -

El acusado de agredir sexualmente de madrugada a una mujer en Isla ha negado este martes ante el juez los hechos que se le imputan, y únicamente ha reconocido que se acercó a ella para pedirle "un cigarro", agarrándola a continuación "por la cintura" y diciéndole "qué guapa eres".

Ante esto, la chica le "mordió el papo", y el joven reaccionó "empujándola", con lo que la víctima "se cayó" al suelo. Y tras espetarle "¿qué haces zorra?", la ayudó a levantarse, según ha declarado B.L.O. en el juicio celebrado contra él en la Sección Tercera de la Audiencia de Cantabria, en el que sólo ha contestado a las preguntas de su abogado.

Después de prestar declaración la víctima (a puerta cerrada), los testigos y los peritos, el fiscal ha rebajado de 9 a 7 años la pena de cárcel solicitada para el acusado, al aplicar la atenuante de reparación del daño, pues ha consignado 8.500 de los 10.755 euros de indemnización reclamados.

Mientras, la Defensa -que cree que la joven "se inventa" una agresión sexual para "sacar partido de un hecho intrascendente como un empujón o una caída"- ha insistido en la libre absolución de su patrocinado y, en su defecto, que se tengan en cuenta también dilaciones indebidas y se le condene a un máximo de 3 años de prisión.

Con el interrogatorio de su letrado, el acusado ha relatado que el día de los hechos, en la madrugada del 21 de agosto de 2014, él había bebido unas "tres cervezas" y había fumado "un porro o un par de ellos". Sobre las tres de la madrugada se encontró con unos conocidos en una campa del pueblo, y fue con ellos en coche hasta Noja, porque vieron que se estaba "quemando una feria".

De regreso al mismo lugar de Isla, al acusado le "apetecía una cerveza", y se dirigió andando a una máquina expendedora de bebidas situada cruzando la carretera general. También quería tabaco para liarse otro porro y como no tenían en el bar de al lado, se dirigió siguiendo la carretera a otro pub que solía estar abierto a esas horas (las tres y media, según su versión).

A la altura de un hotel y un supermercado, vio a "una chica que estaba fumando", por lo que la llamó para pedirle un cigarro aunque ella no le contestó. Así, la alcanzó y volvió a pedirle el pitillo, a lo que la joven le respondió que "no quería problemas".

Seguidamente, la agarró por la cintura y la dijo "qué guapa eres". Ella le "mordió el papo", él la "empujó" y ella se "cayó" al suelo, de donde tras soltarle "¿qué haces zorra?" la ayudó a levantarse", ha asegurado el procesado. Y tras decirle que no la iba a "hacer nada", se marchó del lugar con la cerveza en la mano. "En ningún momento la solté".

Esto sucedió en "poco" tiempo, "un minuto o un minuto y medio, no más", a juicio de B.L.O., que regresó andando hacia el lugar donde había estado con sus conocidos, que le estaban "esperando" y le llevaron en coche a casa, pasando por donde habían ocurrido los hechos. Al preguntarle qué le había pasado en la cara, les dijo que había tenido "un pequeño problema con una persona", la misma respuesta que dio al día siguiente en su casa a su madre y su novia.

Sobre la versión distinta de los hechos que ofreció en el cuartel de la Guardia Civil y ante el juez instructor del caso tras la denuncia, el acusado ha explicado que se "asustó" porque le "estaban acusando de violación". "Pensé que me iban a meter en la cárcel", ha apostillado (fue encarcelado el 27 de agosto de 2014 y se decretó su libertad provisional el 25 de junio de 2015, tras el pago de una fianza).

EL RELATO DEL FISCAL ES "MENTIRA"

Su versión también difiere de la del Ministerio Público, que establece en su relato que el hombre abordó a la mujer cuando salía de un pub de Isla y le pidió un cigarrillo. Ella le contestó que no tenía, a lo que él replicó "tía buena, dame un beso, follamos en tu casa o en la mía".

La chica le dijo que la dejara en paz y continuó su marcha calle arriba, pero el joven la siguió. En un momento dado, y en contra de su voluntad, se abalanzó sobre ella, cayendo los dos al suelo. Comenzó entonces un "intenso forcejeo" y cuando "la víctima consiguió girarse en el suelo, el acusado le abrió las piernas, le desabrochó el pantalón e introdujo la mano por dentro del mismo, realizándole tocamientos en la zona genital y metiéndole un dedo profundamente en la vagina".

Ante el ataque, la mujer pegó un fuerte mordisco en el pómulo a su agresor, quien se apartó momentáneamente de ella y la llamó "puta". Al ver las luces de un coche que apareció en la zona, ella aprovechó para apartarse del acusado, que también abandonó el lugar. Pero "eso es absolutamente mentira", ha concluido el procesado, que también ha indicado, a preguntas de su abogado, que vive con su novia y está esperando un hijo, y que el dinero consignado para resarcir daños y secuelas a la víctima lo ha logrado gracias a un préstamo solicitado por su familia.

TESTIGOS

Al margen de la víctima, que ha declarado a puerta cerrada, en la vista han comparecido varios testigos, como la compañera de trabajo de que la acompañó al día siguiente a la Guardia Civil a poner la denuncia y al médico. Esta mujer estuvo presente en la declaración ante el agente de la Benmérita al que, según ha dicho, la afectada explicó que la noche antes un hombre la había alcanzado "por detrás", se había tirado "encima" de ella y "metido la mano por el pantalón y un dedo en la vagina", pero no hasta "el final" porque tenía la menstruación y llevaba un tampax.

Sin embargo, el guardia civil que la tomó declaración ha asegurado que le dijo que solo la había "tocado la parte genital", pero "no la había introducido ningún dedo". También ha corroborado el "mordisco en un carrillo" que ella le dio, además de "tres patadas", y ha opinado que su estado o actitud no era "normal". Otro efectivo compañero suyo que acudió al lugar tras la llamada de la víctima para patrullar la zona por si veían al agresor ha apuntado igualmente que la chica estaba "rara", y ha ratificado la versión de que se zafó de al acusado a base de "patadas y un mordisco"

El médico del centro de salud que la atendió ha relatado por su parte que la chica presentaba lesiones (en muñecas, brazo, etc) "compatibles" con una lucha o resistencia, pero que no le hizo una exploración propia de una agresión sexual porque ella no refirió que se tratara de esto último.

Uno de los conocidos del procesado ha dicho que le encontró "un poco agitado" cuando le llevaron a casa, y aunque achacó la marca en la cara a que se había "peleado", le pareció "extraño" porque pasó "muy poco tiempo" y "no había nadie" por la carretera o en el pueblo, y tampoco vio a "ninguna chica". Y otro de los conocidos ha apuntado que el sospechoso tardó unos 20 minutos en ir a por la cerveza a la máquina y volver, cuando debería haber tardado "nada, a lo sumo cinco minutos".

Vigilantes de seguridad de la zona hotelera han relatado que no oyeron ni vieron nada, y que se encontraron después con la chica que les preguntó si habían visto algo o a alguien.

En la vista oral también se han reproducido las grabaciones captadas por una cámara de seguridad de un hotel de Isla, en las que se aprecia a la víctima salir del bar y dirigirse andando carretera arriba, seguida por detrás del presunto agresor, al que se ve después regresar del lugar donde supuestamente ocurrieron los hechos.

Y aunque los videos marcan tiempos comprendidos entre las tres y media y cuatro de la madrugada, es decir, una hora antes de que supuestamente ocurriera todo, el fiscal lo ha atribuido a un error en las cámaras de seguridad, que no cambian de hora de forma automática, sino manualmente, por lo que el fiscal ha modificado sus conclusiones también en relación al momento en que sucedió todo.

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