AMA pide a los jueces que "no sigan cargando" contra "inocentes" y al Gobierno que su Plan "salga en tiempo y forma"

Actualizado: sábado, 13 junio 2009 15:56

Cientos de personas se manifiestan en Santander pidiendo justicia, protección y seguridad jurídica

SANTANDER, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

Cientos de personas recorrieron hoy las calles de Santander llamados por la Asociación de Maltratados por la Administración (AMA) --que agrupa a afectados por sentencias de derribo--, para pedir justicia, protección y seguridad jurídica y para reclamar a los jueces que "no sigan cargando" contra "inocentes" y al Gobierno regional que su plan de actuación sobre los derribos "salga en tiempo y forma".

Encabezada por cuadros del denominado 'Museo de los horrores', la marcha del 'Tren de los inocentes' recorrió las calles céntricas de la ciudad, desde la plaza de las Estaciones hasta la sede del Gobierno regional, con una parada previa frente a la sede del Parlamento.

Finalizada la marcha, y sin que hubiera finalmente recepción por parte de ningún representante del Ejecutivo, como quería la asociación, el presidente de AMA, Antonio Vilela, hizo un llamamiento a los jueces para que "no sigan cargando" sobre gente que "no tiene culpa de nada" y para que "pague la pena quien haya cometido el error".

En declaraciones a Europa Press, Vilela afirmó que su situación es "desesperada" porque ya son ocho los autos que ordenan iniciar la demolición de un total de 138 viviendas y puede llegarse al "ridículo espantoso" de que cuando "salga" el Plan de actuación sobre los derribos del Gobierno contemple medidas para viviendas "ya derribadas".

Por ello, instó también al Ejecutivo a que ese plan "salga ya" y "salga en tiempo y forma", al tiempo que pidió al presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, --que ha sido durante "mucho tiempo" el "responsable del urbanismo en Cantabria"-- que "cumpla su palabra de verdad" con ese plan de actuación.

Vilela mostró su apoyo al plan, que les ha sido presentado esta misma semana por el director general de Urbanismo, pero reclamó que se tramite "rápido" porque mientras no lo tengan los jueces la situación seguirá siendo "totalmente desesperada".

El presidente de la asociación insistió en que el Gobierno regional "tiene que dar solución" a esta situación, máxime en un momento de crisis económica como el actual porque, a su juicio, "no se pueden tirar" 243 millones de euros --que sería el coste de los derribos e indemnizaciones y que tendrían que pagar "todos los cántabros-- "con las necesidades sociales que tenemos". "Sería imperdonable", sentenció.

CONSIGNAS DE INOCENTES Y LEGALIZACIÓN

El 'Tren de los inocentes' de AMA, que en opinión de Vilela ha sido la mayor manifestación de las convocadas por la asociación, ha conseguido movilizar a unas 500 personas según la asociación y unas 250 según la Policía Local, que reguló el tráfico y les acompañó en su marcha.

Tras tomar en la localidad de Gama un tren de Feve --a la que agradecen las facilidades para organizar la marcha--, los manifestantes llegaron a Santander sobre las once de la mañana pertrechados con camisetas y banderas amarillas con el muñeco que simboliza sus protestas. Portaban además varias pancartas, silbatos y megáfonos y encabezaban la manifestación cuadros del 'Museo de los horrores'.

Los manifestantes, en algunos casos familias completas, coreaban consignas a favor de la regularización de sus viviendas, repitiendo constantemente las palabras 'inocentes' y 'legalización', junto a la frase 'queremos nuestras casas'. Además, repartían entre los viandantes copias de editoriales de distintos medios de comunicación sobre su situación.

La marcha recorrió primero la zona de las estaciones y la calle Isabel II, para desde aquí subir hasta el Parlamento, donde permanecieron un tiempo sosteniendo la principal de las pancartas, con el lema 'Pedimos justicia, protección y seguridad jurídica'.

Después continuaron su marcha hasta la sede del Gobierno regional y, tras constatar que no había ningún representante del Ejecutivo para recibirles, se terminó la protesta de los afectados, que regresaron de nuevo en tren a su punto de origen.