SANTANDER, 16 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Cámara de Comercio de Cantabria, Modesto Piñeiro, ha explicado que asume que con la situación de crisis "no queda más remedio" que "aceptar" un retraso en la llegada del AVE a Santander, pero "nunca" que se "renuncie" a su construcción.
Piñeiro se ha expresado así en el Pleno de fin de año de la Cámara de Comercio, en el que ha señalado que "según las ultimas declaraciones parece ser" que se construirá el ferrocarril con trazado AVE desde Palencia hasta Reinosa, pero que, desde esta localidad hasta Santander "lo que se va a acometer es simplemente una mejora del actual obsoleto y deficiente trazado".
El presidente de la Cámara ve en esto una "renuncia oficial a que Santander cuente con un trazado AVE igual al que van a disponer las capitales de nuestras comunidades vecinas".
Piñeiro ha precisado que es "consciente" tanto de la "escasez de recursos" por la crisis como de la "orografía" de Cantabria --aunque no la percibe "más difícil que la de otras regiones"--, pero ha añadido que estas son las "excusas" que se dan para no acometer esta obra.
"En los últimos años hemos perdido el tiempo y no hemos hecho nada incluso cuando se habían dado pasos como la publicación en el BOE del trazado Corrales-Reinosa, luego retirado con el cambio de gobierno", ha lamentado.
El resultado es que "ahora no nos queda más remedio, dada la situación económica actual, que aceptar un retraso en nuestras aspiraciones de tener un AVE en Santander hasta que la economía y el déficit del estado mejore, pero nunca renunciar a su construcción, lo que nos dejaría en desventaja con nuestros vecinos".
Piñeiro ha remarcado que "siempre se habla del costo de la obra". "Pero ¿cuánto sería el costo para Cantabria de no contar con un trazado AVE?", ha planteado.
Y también ha reclamado la "máxima aceleración" en las obras de los tramos de la autovía del Cantábrico Solares-Torrelavega, así como el de Unquera-Llanes que, junto con la Ronda de la Bahía, "se encuentran en una fase de parálisis".
El presidente de la Cámara de Comercio ha abogado por una mayor participación del sector empresarial en la gestión de infraestructuras públicas, con medidas como la posibilidad de sistemas público-privados de financiación, el incremento de la competencia, la gestión privada de aeropuertos y la implantación de "peajes en la sombra".
