Defiende que la filosofía en Europa "debería aprender" de la anglosajona e interactuar con la ciencia, el arte o la literatura
SANTANDER, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
El catedrático de Filosofía de la Naturaleza de la Universidad de Sevilla (US) Juan Arana cree que España tiene ahora la oportunidad de lleva a cabo la "urgente" tarea de "reinventar la filosofía" aprovechando su falta de "una gran tradición filosófica", en comparación con países como Francia, Alemania o Inglaterra. Y es que, precisamente, no tener esta tradición, "no nos obliga a ser fieles a ella".
Así, Arana considera que España "tiene una cierta ventaja" por no estar sometido al pasado que tienen los citados países, que cuentan con figuras como Kant, Leibniz, Heidegger, Hegel, Schopenhauer, Diderot, Voltaire, Hobbes o Hume. "Deberíamos aprovechar esto, que parece una inferioridad, como un punto de partida para tener menos hipotecas y menos condicionamientos para reinventar la filosofía", ha reivindicado.
En una entrevista concedida a Europa Press con motivo de su participación esta semana en el ciclo 'Conocimiento y valores' de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Arana asegura que "tenemos mayor libertad para olvidarnos de nuestro pasado, enfrentar el presente y preparar el futuro", un futuro en el que, asimismo, defiende que la filosofía tenga una relación más unida con la universidad.
En este sentido, diferencia entre la filosofía académica, que se imparte en centros educativos, y la filosofía "en sentido amplio". Sobre esta última, sostiene que "tiene todo el futuro que tiene la propia Humanidad, porque es inseparable del hombre hacerse preguntas más allá del día a día". Sin embargo, "teme" que el futuro de la filosofía académica "no es especialmente brillante", porque no ha habido una "gran actividad filosófica institucional" más allá de la Edad Media y los siglos XVIII y XIX.
LA FILOSOFÍA ACADÉMICA "TIENE QUE SER MÁS QUE UNA VITRINA"
Según Arana, más interesado por la filosofía como rama del saber que por su vertiente académica, para que la filosofía ligada a la universidad tenga futuro "tiene que ser algo más que simplemente una vitrina donde se expone la Historia de la Filosofía, algo más que una concepción museística" en la que se enseñan doctrinas filosóficas del pasado pero "no se da un paso más al frente".
Este paso al frente, añade, es un diálogo "directo y verdaderamente vivo" entre distintas disciplinas y materias para darle más unidad al conocimiento.
En su opinión, "ese es el problema", porque si la filosofía académica se centra sólo esta tarea "museística", tiene un futuro "muy restringido y un interés muy limitado". "Si la filosofía quiere ser algo más, si quiere dar una respuesta a las inquietudes que tiene el hombre, tiene que cambiar muy radicalmente sus criterios y sus modos de acción", ha señalado.
LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA ES UN "REFLEJO FIEL" DE LA EUROPEA
Sobre la posición actual de la filosofía española, Arana considera que es un "reflejo bastante fiel" de la europea porque, a su juicio, "sus males --como esta falta de actividad en ámbitos institucionales-- son los de la filosofía europea", aunque opina que este ámbito del saber está "más vivo" en el mundo anglosajón y estadounidense.
"Quizás sería interesante aprender de esa interacción --anglosajona y americana-- con los científicos, con el mundo del arte y el de la literatura y, de esa manera, conseguir romper esa situación de marasmo en la que nos encontramos", sostiene.
En este sentido, aboga por que el filósofo "se asome" al exterior de su especialización, "pero como no lo hace, muchas veces son los propios científicos los que hacen ese trabajo filosófico de un modo espontáneo y muchas veces con cierta ingenuidad".
LA FILOSOFÍA NO COMUNICA LOS "COMPARTIMENTOS" CULTURALES
Sobre si debe haber filósofos en la Universidad, el catedrático considera que si la filosofía "no encuentra acomodo en la Universidad, lo encontrará en otras partes". El problema, por este motivo, "no es tanto para la filosofía como para la Universidad", tal y como asegura el también académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas.
A su juicio, esta es una "urgencia" para las instituciones universitarias, debido a que "hay una tarea que no se está realizando, que es el trabajo interdisciplinar". "Tenemos una cultura muy dividida en compartimentos estancos y no hay nadie que se preocupe de comunicar esos compartimentos. Creo que la filosofía podría hacerlo, aunque de hecho no lo hace", ha lamentado.
"O NOS SALVAMOS TODOS JUNTOS O TODO IRÁ EN DECADENCIA"
Sobre esta interconexión entre la filosofía y las demás ramas del saber, como la ciencia, Arana "no cree" en el planteamiento de enfrentar ciencias y humanidades, sino que defiende "que o nos salvamos todos juntos, o hacemos una cultura que tenga un mayor equilibrio, o creo que todo irá en decadencia, incluso la propia ciencia".
Finalmente, y sobre la importancia de la religión en esta relación que deben tener la ciencia y la filosofía, Arana considera que esta última "ha superado ese afán exclusivista de verse como enemiga o alternativa de la primera.
"Ahora tiene una posición menos prejuiciosa y más desenfadada y abierta a cualquier respuesta, venga de donde venga. En ese sentido, el diálogo entre filosofía y religión puede tener en el futuro un panorama mucho más interesante del que ha tenido en el pasado", ha concluido.
