CC.OO. pide prestaciones para los trabajadores del sector conservero de la anchoa sin llegar a la cotización exigida

Actualizado: martes, 2 junio 2009 16:16

Alerta del aumento de la importación de anchoa ya elaborada y aboga por un sello de calidad para asegurar la competitividad

SANTANDER, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Federación Agroalimentaria de Comisiones Obreras abogó hoy por articular fórmulas específicas que permitan a los trabajadores del sector conservero de la anchoa poder cobrar prestaciones aunque no hayan alcanzado la cotización exigida actualmente, dadas las características de estos empleos en los que el 10 por ciento de los trabajadores cotizan menos de 100 días al año a la Seguridad Social.

Ésta es una de las propuestas que quieren trasladar al Gobierno cántabro a la vista de los resultados del informe sobre este sector elaborado por la Universidad de Cantabria por encargo de la Consejería de Empleo y Bienestar Social, y en especial, tras constatar los datos relativos a las condiciones laborales en unas plantillas formadas entre un 85 y un 90 por ciento por mujeres.

En rueda de prensa, el secretario general de la Federación, Luis Vega, acompañado del responsable de Acción Sindical, Santiago Pelayo, y la secretaria de la Mujer, Arrate Barrero, recogió el "compromiso" de la vicepresidenta cántabra, Lola Gorostiaga, de crear una mesa de trabajo para adoptar medidas en favor de este sector y animó a que los trabajos se inicien "de la manera más urgente posible".

"Ya pasó la época de los informes, ahora debemos estar en el tiempo de las soluciones y de buscar medidas paliativas que no van a arreglar la situación, pero van a hacerla más fácil", apostilló.

Según dijo, el informe de la UC "confirma plenamente las reiteradas afirmaciones" del sindicato sobre la pérdida de empleo en el sector y sobre el descenso de la actividad productiva, de los que se deriva a su vez una pérdida de salarios y cobertura social para los trabajadores.

Así, comentó que entre otras cosas se constata que sólo el 60 por ciento de los empleados del sector conservero de la anchoa logran una pensión del cien por cien cuando alcanzan la edad de jubilación y, del resto, muchos tienen que conformarse con la pensión mínima. Además, el 20 por ciento de las personas que han perdido el empleo en los últimos años o pasan más tiempo en el desempleo por el descenso de actividad no cobran prestaciones.

Los datos del segundo semestre de 2008 revelan que en general los trabajadores del sector permanecen una media de 134 días al año (más de cuatro meses) sin trabajo ni prestación de ningún tipo y, un 10 por ciento de las plantillas cotiza menos de cien días al año.

Por ello, CC.OO. aboga por habilitar fórmulas que les permitan cobrar prestaciones sin llegar a la cotización requerida, porque de esa manera se contribuye además a mejorar sus posibilidades de jubilación.

Junto a ello, apoya también las tres conclusiones que recoge el propio informe de la UC, en las que se propone mejorar las condiciones de trabajo del sector y la satisfacción laboral; implantar medidas activas de empleo para la reinserción laboral en otras actividades; y subvencionar cotizaciones para la jubilación, para elevar y dignificar las jubilaciones.

IMPORTACIÓN DE ANCHOA

Otra de las cosas que preocupa a CC.OO. es el descenso de la actividad de salazón y fileteado de anchoa, que son las tareas que más trabajo generan, mientras aumenta en cambio el empacado, cierre y estuchado, las labores más industriales y que requieren menos trabajo.

De hecho, según el informe, las labores de salazón representaban el 29 por ciento del tiempo total de trabajo antes de la crisis de la anchoa y ahora suponen sólo el 3,2 por ciento; mientras el fileteado, que suponía el 67%, ha caído diez puntos. En cambio, se ha multiplicado un 300% el peso del trabajo de empacado, que antes representaba apenas el 4 por ciento del total.

Esto, según CC.OO., refrenda lo que viene diciendo desde hace tiempo el sindicato y se le ha "negado": que la anchoa que se importa para envasar en Cantabria se compra ya "elaborada" en terceros países, como Perú, Marruecos, China o Argentina, lo cual repercute en menos trabajo en la región.

Vega explicó que el estudio cifra en unas 9.000 toneladas anuales la cantidad de anchoa importada por las conserveras cántabras, pero cree que en realidad son "muchos más", porque puede ser que entren por puertos que no sean españoles y no se esté contabilizando.

Para poder ser competitivos en el futuro consideró que lo que se debe hacer es implantar alguna denominación de calidad con rango europeo, por ejemplo una IGP (identificación geográfica protegida), que reconozca el "saber hacer" propio de Cantabria.

De lo contrario, advirtió de que se corre el riesgo de que los conserveros de otros países como Perú, Marruecos, China o Argentina, que pueden competir con menores salarios, mejoren también su calidad en la producción y supongan una competencia muy dura. Según dijo, CC.OO. ya propuso hace tiempo la implantación de un sello de calidad, pero es un reto que las empresas y el Gobierno regional "no han sabido todavía desarrollar".