SANTANDER 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de Menores de Santander ha impuesto cuarenta horas de prestaciones en beneficio de la comunidad a un menor por causar, junto con otro, numerosos daños en el centro de menores donde residía, y por amenazar a un educador que les llamó la atención.
Los hechos sucedieron en diciembre de 2009, en el centro de la Cruz Roja de Liencres, cuando el acusado, que entonces tenía 16 años, y su compañero, que ya fue condenado por estos hechos, esparcieron por la cocina un bote de azúcar y otro de Cola-Cao.
Después, rompieron un ambientador de baño, una litera, golpearon varias puertas y fracturaron un CPU en la sala de ordenadores, causando daños por valor de más de 800 euros.
Cuando el educador les reprendió por su comportamiento, se dirigieron a él diciéndole "te voy a romper la cara".
El juez considera al menor responsable de un delito de daños y una falta de amenazas por lo que le impone la medida de prestaciones, de carácter patrimonial, con la que el acusado mostró su conformidad.