Se muestra optimista sobre la financiación de Valdecilla y confía en que el Estado asuma el "agujero" porque es un hospital "de España" SANTANDER, 26 Jun. (EUROPA PRESS) - El jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, admitió hoy que las listas de espera son la "asignatura pendiente" del Gobierno regional y se comprometió a "trabajar para solucionar de forma casi definitiva" el problema y dejar las listas en "cifras razonables" antes de que termine esta Legislatura. "Tenemos un problema que quiero admitir, e incluso pedir disculpas", subrayó Revilla ante el Pleno del Parlamento cántabro, donde comenzó esta mañana el Debate sobre la orientación política del Gobierno. Al mismo tiempo, el presidente también dejó claro que ya se están "dando los pasos para que en esta Legislatura" las listas de espera "dejen de ser un problema" y también se han conseguido los primeros resultados porque, según recordó, el segundo semestre del pasado 2007 se constató un "signo de inflexión". Los objetivos que se ha marcado el Gobierno para esta Legislatura es que la demora media para una intervención quirúrgica no sobrepase los 120 días y las esperas para consultas de especialistas y pruebas diagnósticas no superen los 30 días. Los últimos datos, correspondientes a diciembre de 2007, sitúan en 152 días la demora media para operaciones, una intervención que esperaban entonces 13.302 personas. Pese a este problema con las listas de espera que, según recalcó Revilla, no se da sólo en Cantabria, el presidente consideró que la región puede "presumir" de su sistema sanitario, en el que destaca como "buque insignia" el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, al que consideró "la joya, no sólo de Cantabria". En su opinión, cuando terminen las obras de la tercera fase el centro será "el primer hospital de España, el número uno", porque no se va a "escatimar ni un duro". Según dijo, el hospital "está por encima de todo" y se terminará a pesar del "agujero" económico que representa el desfase. En este sentido, aseguró que el Gobierno cántabro negociará "duramente" con el Estado y se mostró convencido de que "al final, esa negociación será absolutamente positiva" y el Gobierno de España se hará cargo del coste, porque no se trata de "un hospital para Cantabria, sino de un hospital de España".
