La mujer se quedaba en su habitación por miedo a encontrarse con su hijo y llegó a "mal vender" una casa para pagar sus deudas
SANTANDER, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Juzgado de lo Penal nº 2 de Santander ha condenado a dos años de cárcel, por un delito de violencia doméstica, a un hombre que sometía a malos tratos psicológicos a su madre, a la que amenazaba de muerte desde hace aproximadamente diez años, para sacarle dinero.
La mujer se quedaba en su habitación por miedo a encontrarse con su hijo, y está "aterrorizada y sometida a tratamiento con antidepresivos", según consta en la sentencia, recogida por Europa Press.
La víctima ha llegado a "mal vender" una casa para pagar deudas del acusado y darle dinero que éste le pedía para irse a Brasil o para "otros caprichos".
La negativa a tal petición supuso el inicio de las amenazas e insultos constantes del acusado hacia su madre, a la que llegó a pedir que solicitara un préstamo para darle dinero. Y ello pese a su "precaria" situación y su condición de pensionista, por la que percibe 695 euros mensuales.
La sentencia recoge algunas de las expresiones que usualmente utilizaba el agresor, como "te voy a dar una hostia que te voy a matar, te voy a tirar por la ventana, te aplasto contra la pared", e incluso en ocasiones hacía ademán de pegarla, pero al mantenerse callada no llegaba a agredirla.
El juez considera que la declaración de la víctima en el juicio "claramente pone de relieve la patética situación de sometimiento y privación de los derechos más fundamentales de la víctima, privada de la libertad y del respeto a su persona e identidad, de su libertad personal de hacer y decidir y sometida al terror de la intimidación y la violencia por su hijo, que debía haber sido el garante de sus derechos y libertades".
El magistrado destaca de la declaración de la víctima "la unicidad, la congruencia, el detalle y la reiteración de datos claramente coincidentes y sin fisura alguna" de los malos tratos que ha sufrido, y de "su aflicción por el sujeto de las citadas situaciones humillantes y vejatorias a la que es sometida y privada de su libertad e independencia".
DINERO PARA FINES "NO CONFESADOS"
Todo ello, añade el fallo, en aras de "un simple poder crematístico" que es "la única razón que mueve al acusado para materializar sobre la victima tan clara degradación personal como medio para conseguir su único fin, que es la obtención de dinero para dedicarlo a fines no confesados, pero desde luego en modo alguno altruistas".
El juez añade que el acusado ha provocado a su madre "un evidente deterioro personal y una patente alteración psicológica que afecta a sus condiciones más elementales de desenvolvimiento de su vida ordinaria y más en un persona de la edad de la víctima que tiene como único y principal derecho, el que los días que le resten se encuentren inspirados por la tranquilidad, la paz y el disfrute de los placeres asumibles conforme a los recursos de que disponga y no sometida al dolor psicológico y al temor personal".
Además de los dos años de cárcel, se le ha prohibido tener armas durante cuatro años y acercarse a su madre o a su domicilio a menos de 300 metros durante el mismo tiempo.
