El empresario del call-center despide a los trabajadores y dice que pagará "hasta el último céntimo"

Actualizado: viernes, 4 junio 2010 22:32

Acusa al propietario del comercio de ordenadores de recurrir a "mentiras y falsedades" para "destrozar" el proyecto

TORRELAVEGA, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

El empresario Miguel Antonio Corchero Alvarado, promotor del call-center de Torrelavega para el que se había contratado a 57 trabajadores, ha decidido despedir a toda la plantilla ante el "escándalo público" surgido en torno al proyecto y ha dejado claro que pagará "hasta el último céntimo que corresponda", pero "no por miedo a las denuncias ni a los escándalos, sino por responsabilidad".

De hecho, según explicó en un comunicado, ya ha dado orden a su gestoría para que prepare el finiquito de todos los trabajadores, de forma que en el plazo de cinco días reciban la liquidación que les corresponda proporcionalmente por los días trabajados y los demás derechos adquiridos en virtud del contrato.

También se han cursado las correspondientes órdenes bancarias para que la plantilla reciba los salarios del mes de mayo, unos pagos que tendrán en sus cuentas entre este sábado y el lunes próximo, en función de sus entidades bancarias.

Corchero lamentó que hoy "es un mal día para una empresa, porque se ha perdido un gran contrato"; pero también para los trabajadores, "que han perdido un puesto de calidad"; y para él mismo, que ha visto "esfumarse un sueño".

Ahora, espera que el tiempo y los tribunales decidan quién tiene la razón sobre lo sucedido. De hecho, ha denunciado a uno de los trabajadores, Esteban Ferrer, que es además propietario de la tienda de ordenadores donde se instaló el call-center.

Y es que, en opinión del empresario, Ferrer "ha sido el instigador principal" de una serie de "mentiras" con el fin de "destrozar" el proyecto, así que "responderá" por ello ante la justicia.

En esa denuncia el empresario reclama 100.000 euros por perjuicios económicos y morales, una indemnización que, si se le concede, afirma que repartirá entre los trabajadores. Según dijo, para sí mismo lo único que quiere es una "rectificación pública".

Corchero explicó que este "escándalo público" tiene a su familia "destrozada" y deja su imagen empresarial "seriamente dañada" y "puesta en duda". Frente a ello, recalcó que procede de familia "humilde", que nunca le han regalado "nada" y que siempre que ha podido ha intentado "favorecer" a quienes han estado a su lado.

En cuanto a las denuncias presentadas contra él, afirmó que no le preocupan. "Ante los tribunales se verá quién lleva la razón", sentenció.

Por último, por lo que respecta al pago de ocho ordenadores comprados a Ferrer para el proyecto, el empresario explicó que se le ha requerido para que envíe la factura de los equipos y las licencias, de las cuales, hasta la fecha asegura que sólo han recibido tres.