Para la reparación y prevención de daños por los desprendimientos de rocas
SANTANDER, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Ministerio de Fomento ha declarado la emergencia de la contratación de las obras de reparación y prevención de daños causados por el desprendimiento de rocas en la carretera N-621 a su paso por el desfiladero de La Hermida. La inversión se estima en 1,89 millones de euros.
Esta actuación responde a la situación generada tras las copiosas lluvias de los meses de octubre y noviembre de este año, que se registraron tras un prolongado periodo de sequía. Las lluvias originaron desprendimientos de rocas que afectaron a la carretera, lo que hace necesario reparar los daños causados y prevenir la amenaza de nuevos daños.
Las actuaciones a realizar incluyen la colocación de nuevas pantallas dinámicas (barrera de cables que interceptan las rocas que se puedan desprender hacia la carretera) en 19 puntos. En cada uno de ellos se colocarán pantallas de una media de 50 metros de longitud y tres metros de altura.
A ello se une la instalación de 3.550 metros cuadrados de redes de cables para la contención de zonas inestables del macizo rocoso; y la reparación de 57 pantallas dinámicas existentes, en las que tras los últimos desprendimientos se han acumulado fragmentos de roca y deben tensarse de nuevo, presentan los frenos disparados o rotura de grilletes.
Asimismo, el proyecto contempla la mejora del drenaje en varios puntos mediante la construcción de seis tajeas cruzando bajo la calzada. Estas tendrán una amplitud suficiente para no colmatarse por los fragmentos de rocas desprendidos.
También se prevé la construcción de 1.160 metros de cunetas que mejoren el drenaje, que también servirán como protección ante la caída de rocas; y la demolición de rocas salientes en zonas próximas a la carretera que son proclives a los accidentes por salida de vehículos de la calzada e impacto contra ellas. Se actuará en 46 lugares. Además se conseguirá una pequeña berma para reducir el riesgo de que los desprendimientos alcancen la calzada.
En el punto kilométrico 152,1 se recolocarán un total de 3.000 toneladas del muro de escollera (bloques de roca trabada) embutida con anclajes al talud. Es necesario su desmontaje y su reconstrucción con un diseño más seguro. Y en aquellas zonas donde el pavimento ha sido dañado, se extenderán 23.700 metros cuadrados de nueva capa de rodadura.
Por último, se sustituirán las señales dañadas y se reforzará la señalización del desfiladero, especialmente en lo referente al peligro por riesgo de caída de rocas y la señalización de las curvas. Se prevé instalar un conjunto de 152 paneles direccionales y de 401 señales de código. Asimismo, se renovarán 2.715 m de barrera de seguridad metálica de contención de vehículos, que ha sido dañada por la caída de rocas o por el descalce de su cimentación por las lluvias.
