SANTANDER, 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La diputada socialista por Cantabria en el Congreso, Puerto Gallego, ha acusado al presidente regional, Ignacio Diego, de abrir "la puerta a la especulación" en los terrenos ubicados en la Universidad Pontificia en Comillas.
Así, ha advertido que "malvender" estas fincas supone "una vuelta al cemento y a la masificación turística de dos meses", lo que a su juicio es "pan para hoy y hambre para mucho tiempo" y además "va en contra de toda lógica de protección medioambiental y de preocupación por el patrimonio".
En este sentido, ha alertado que el patrimonio artístico-histórico de la Pontificia "corre el riesgo de desaparecer" debido a que el presidente de Cantabria "va a vender al mejor postor parcelas de la Universidad para la construcción de apartamentos con la única intención de hacer caja". Una decisión que, a su juicio, "está abriendo la puerta a la pura especulación en un entorno privilegiado de Comillas".
Puerto Gallego se ha manifestado así a raíz de que el Congreso rechazara este martes, con el voto del Grupo Popular, la proposición no de ley socialista en la que se instaba al Gobierno a conservar el conjunto de la Pontificia y su área de influencia, dedicarla a un carácter exclusivamente educativo y cultural y a habilitar una partida en los Presupuestos Generales de 2013 para la rehabilitación del conjunto arquitectónico y cultural.
La parlamentaria del PSOE ha defendido para Comillas "un proyecto cultural educativo de futuro y sostenible que huya del modelo especulativo del ladrillo", y ha pedido "que se imponga el sentido común frente a este despropósito que ha provocado desolación en toda la comarca".
Durante su intervención, Puerto Gallego ha suscrito las palabras de José Luis Sánchez Noriega, profesor de Arte Contemporáneo en la Universidad Complutense, que ha publicado un artículo en el que reclama a Diego "evitar la tentación inmobiliaria, ser fiel al mecenazgo del marqués de Comillas y mantener el horizonte de uso educativo de la finca heredada".
A juicio de la diputada, lo contrario sería el "haraquiri político" del presidente cántabro, a quien ha requerido "altura de miras para hacer una política de Estado que determine una línea de actuación consensuada y de futuro".