El Gobierno cántabro se reunirá en una semana con los afectados por el derribo de Cerrias

Revilla asegura que el Ejecutivo está trabajando para "encontrar una solución"

Europa Press Cantabria
Actualizado: miércoles, 2 diciembre 2009 16:45

SANTANDER, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Gobierno regional se reunirá en una semana con los afectados por el derribo de los 17 chalés de la urbanización Cerrias I, en Liencres, sobre la que pesa sentencia firme de demolición y que el Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) ha ordenado ejecutar en quince días, una vez reciba la notificación el Ayuntamiento de Piélagos.

Así se lo comunicó hoy el presidente cántabro, Miguel Ángel Revilla, a algunos de los propietarios que asistieron, en la Universidad de Cantabria (UC), a un acto organizado por Juventudes Regionalistas y en el que el secretario general del PRC se sometió a preguntas de los universitarios.

Entre el público se encontraban también algunos afectados por el derribo de esas viviendas, que demandaron soluciones, a lo que se comprometió el presidente.

En este sentido, les prometió una reunión, "en siete días", con el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio, Vivienda y Urbanismo, José María Mazón, para que les expliqué qué es lo que está haciendo el Gobierno y "cómo están las cosas". "Les recibiremos inmediatamente", apostilló, al tiempo que aseguró que el Gobierno está trabajando para "encontrar una solución".

El regionalista también dijo a los afectados que no tienen "culpa de nada" en lo sucedido ya que hicieron una compra "totalmente legal" y que, además, "compraron lo que está a la venta". "No tienen ninguna culpa", insistió.

En cualquier caso, el jefe del Ejecutivo autonómico señaló que es un tema judicial que se está "intentando solucionar" aunque "no es fácil". También recordó que los fallos judiciales "no siempre coinciden con las decisiones políticas".

Respecto a la resolución difundida ayer por el alcalde de Piélagos, Jesús Ángel Pacheco, según la cual Revilla habría desestimado en 1996 --cuando era consejero de Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo-- una solicitud de la asociación ecologista Arca para paralizar la construcción de la urbanización Cerrias I, el presidente cántabro aclaró que el no firmó "ningún papel".

Explicó al respecto que fue la Comisión Regional de Urbanismo la que, a petición del Ayuntamiento de Piélagos, determinó que era urbano el suelo sobre el que se iban a edificar los chalés.

Uno de los propietarios también le planteó que, según el plazo dado por el TSJC para acometer la sentencia de derribo, van a "comer el turrón debajo del puente", a lo que Revilla respondió que confía en que no sea así.

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