Un libro reinvidica el papel de los barcos de la compañía Trasatlántica como "testigos" de la Historia

SANTANDER, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -

El libro 'Historias de barcos de la compañía Trasatlántica' reivindica el papel de los navíos como "testigos" de revoluciones, hechos históricos y cambios sociales, aunque "sin olvidar que están dirigidos por hombres".

Así lo resaltó este miércoles Carlos Peña, el autor del libro, Carlos Peña, durante la presentación que tuvo lugar en el Ateneo de Santander, en la que explicó que se trata de un libro "en el que se cuenta la vida de un puñado de barcos de la más importante entre las compañías navieras españolas de los siglos XIX y XX, la Compañía Trasatlántica Española".

Para su obra, publicada por Ediciones Tantín, Peña se ha servido de su propia experiencia "al mando" de estos barcos y de "episodios en primera persona", un aspecto que, a su juicio, constituye "uno de los principales valores del libro".

Entre estos relatos autobiográficos, ha incluido uno de los que, en su opinión, es un o de los "más representativos": su primer viaje como capitán, un trayecto en el que "se perdió una hélice" y tuvo que usar como repuesto la contraria, según ha informado en un comunicado este jueves Ediciones Tantín.

"No hubo más remedio que colocarla y seguir con el motor marcha atrás. El barco hizo 9.000 kilómetros así", relató el autor durante su presentación, en la que estuvo acompañado por el director de Ediciones Tantín, José Luis Fernández Gándara, el historiador José Luis Casado, y el presidente del Ateneo de Santander, Carlos Galán.

La obra comienza con una breve, pero claramente descrita síntesis de la historia de la compañía para, a continuación, dar paso a extenderse en la peripecia de un buen número de los buques que la sostuvieron durante las últimas décadas de su existencia.

CARLOS PEÑA

Tras estudiar en la escuela de Náutica, Carlos Peña, se sube por primera vez en el correo Guadalupe de la Compañía Trasatlántica Española.

Desde entonces la Trasatlántica será su empresa de siempre y en su flota crecerá y pasará de ser alumno a capitán, ostentando el mando de 14 barcos a lo largo de toda su carrera.

En 1979 el Consejo de Administración de la Compañía Trasatlántica lo designa delegado en Italia donde pasará tres años y donde también será elegido presidente de la Conferencia de Armadores CONCA.

En 1982 a su vuelta a España, desempeña el cargo de Jefe de Fletamientos de la compañía y un año más tarde será enviado a Portugal para poner en marcha una nueva de legación.

Sin embargo, la llamada del mar es irresistible y el capitán Peña Alvear solicita regresar a la flota, renovada por los grandes portacontenedores, Almudena y Pilar, con los que navega por en Golfo Pérsico durante la guerra entre Irán e Irak.