Marisa Paredes cumple con el Premio a la Cinematografía la "ilusión" de ingresar en la universidad

Actualizado: jueves, 20 agosto 2009 22:05

Se reconoce su lucha sobre las tablas y en los "escenarios de la vida real", y su compromiso con la sociedad

SANTANDER, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -

La actriz madrileña Marisa Paredes recibió esta tarde en Santander el Premio UIMP a la Cinematografía con el que, según dice, cumple el deseo de entrar en la universidad, una "ilusión" que se le "negó" siendo joven, en una España en la que la universidad era "una cosa muy elitista" a la que no todos podían acceder.

Pero además, el premio no satisface sólo ese afán de conocimiento de la actriz, sino que además brinda al cine "el reconocimiento" que "se merece" de la universidad y, por ello, quiso compartirlo con toda la gente que hace cine.

Marisa Paredes es la primera persona distinguida con este premio de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, con el que se pretende recordar la relación que ha habido siempre entre el cine y la UIMP y acompañar en adelante a todos los creadores de este arte desde el ámbito universitario.

La actriz recogió esta tarde el galardón, una escultura que reproduce una claqueta de cine con la imagen del Palacio de la Magdalena -sede estival de la UIMP- en la parte posterior.

La laudatio de la premiada la firmaba el escritor y cineasta Vicente Molina Foix, que no pudo estar en el acto, precisamente porque trabaja en los preparativos de un nuevo rodaje en el que actuará Marisa Paredes.

Tras recibir el premio de manos del rector de la UIMP, Salvador Ordóñez, la actriz dejó los papeles a un lado y optó por improvisar, empezando su intervención con un 'érase una vez'.

Recordó de esta manera a la Marisa Paredes niña, que tenía muchas ganas de estudiar, sacaba muy buenas notas y tenía la "ilusión" de ir a la universidad. Pero como tantas niñas en esa época, la universidad se le "negó" y tuvo que ponerse pronto a trabajar. Por eso, el premio que le ha concedido la UIMP supone para ella "entrar" en esa universidad que no pudo disfrutar en su día.

El camino universitario no fue posible para Marisa Paredes, pero encontró "otros caminos" que le ofrecieron "sentir la posibilidad de ser libre". Así, ingresó en la Escuela de Arte Dramático para adentrarse en la vocación del teatro, que "amaba desde siempre".

"Seguí amando el teatro y el teatro me amó a mí", afirmó la actriz. De hecho, aseguró que su vida ha sido y sigue siendo el teatro, junto al cine. "Mi vida es teatro, cine, amigos; y teatro, cine, amigos", comentó.

COMPROMISO CON LA SOCIEDAD

Pero su vida también ha sido mucho más, o al menos eso es lo que sostiene Vicente Molina Foix, en cuya laudatio, leída por el director de la Fundación para la Investigación del Audiovisual de la UIMP, Joan Álvarez, se subraya que la actriz ha trabajado no sólo por su arte, sino también por la sociedad.

A su juicio, Marisa Paredes "supo muy pronto que el compromiso de los artistas no sólo es con la tradición de su arte, sino con el futuro de su sociedad" y, por eso, su voz "peculiar, recia de sonoridad" y de "colores muy dulces", se ha escuchado sobre las tablas y también "en los escenarios de la vida real".

De hecho, Molina Foix cree que la actriz pertenece a una generación "que ha combatido en todas las guerras, incluidas aquellas que no vivió". Así, recordó que creció en una España que sufría los efectos de un golpe militar y una dictadura posterior contra la que ella, llegada la edad de la razón, supo oponerse, levantando su voz desafiante".

Marisa Paredes también hizo oír su voz "en un momento de la historia moderna de nuestro país en que los cómicos supieron interpretar lúcida y valientemente la gravedad de lo que estaba pasando a su alrededor".

Y más tarde, al frente de la Academia de Cine, que presidió de 2000 a 2003, "como portavoz elocuente y en primera fila de las luchas que no dejaron de ser necesarias, siguió siempre alerta y combativa".

Según Molina Foix, al mismo tiempo la actriz "creció igual de bien como artista que como ciudadana" y el cine empezó a reconocerla, "a hacerla algo propio".

Todo ello es lo que ha pesado para ser merecedora de este premio. "Pasión, riesgo, conciencia y arte", ésas son las virtudes por las que se premia a alguien que "lleva premiándonos muchos años con el regalo de su generosidad y su genio", concluyó Molina Foix.

"UNA DE LAS IMPRESCINDIBLES"

También el rector de la UIMP elogió la figura y trayectoria de la premiada que, a su juicio, es "una de las imprescindibles" de nuestro cine, un "referente" de la sabiduría profesional, que ha destacado por su trabajo "exigente y comprometido" y por aportar su "potente creatividad" y un "sello inconfundible".

En su opinión, Marisa Paredes no sólo se merece este premio, sino "muchos más", y está convencido de que le van a "llover" las distinciones, para seguir aumentando las que ya tiene.

Ordóñez resaltó también que con este galardón se pretende reconocer y apoyar a todos los que participan en la creación cinematográfica, y a todos los que, al igual que Marisa Paredes, han dirigido la Academia de Cine.

Según dijo, el cine es una expresión de la cultura que "debemos conocer, enseñar y apreciar" y, en este sentido, repasó la relación que la UIMP ha tenido desde sus orígenes con este arte.

Así, recordó que hace 75 años ya se impartió en las aulas de la Magdalena un curso de cine, de la mano del novelista y guionista francés Alexandre Arnoux. Fue en la etapa de Pedro Salinas como secretario general de la institución académica.

Más recientemente, los cursos de cine celebrados en la UIMP suman medio centenar desde el año 80, y por ellos han pasado creadores como el propio Vicente Molina Foix, o José Luis Borau, Manuel Gutiérrez Aragón y Luis García Berlanga, entre otros.