SANTANDER, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
El magistrado emérito del Tribunal Supremo José Antonio Martín Pallín consideró hoy, en declaraciones a Europa Press, que la investigación con células madre y otras fórmulas de la denominada 'ingeniería genética' constituyen una técnica "abierta e imparable" por lo que, en su opinión, los juristas no pueden "establecer límites", únicamente "cauces" para que estas formas de investigación se lleven a cabo.
"Poner límites a la investigación va a ser bastante complicado", dijo Martín Pallín al tiempo que recordó que la propia Constitución Española contempla la libertad de creación científica. "No veo barreras constitucionales, que no ideológicas, a la investigación con fines terapéuticos", reflexionó.
El magistrado, --que modera el curso 'Las fronteras de la investigación médica: aspectos bioéticos, jurídicos y científicos' que se imparte esta semana en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander--, contrastó que mientras la mayoría de la población es partidaria de que se realicen experimentos con fines terapéuticos, no existe sin embargo unanimidad en la utilización de técnicas como la reproducción asistida o el uso de embriones humanos.
Así, aseveró que si bien la mayoría de los países se opone a la realización de clones humanos, --práctica que se considera, incluso, un delito--, la opinión "se divide" cuando se trata de clonar con fines terapéuticos.
Lo mismo sucede, según declaró a esta agencia, con las técnicas de reproducción asistida ya que se trata de una práctica en la que hay unanimidad cuando se trata de afrontar y atajar problemas de esterilidad en las parejas. Sin embargo, cuando el fin es "corregir o seleccionar la especie, las dudas son mayores".
En opinión de Martín Pallín, el "misterioso y fascinante mundo" de la biomedicina "abre nuevos horizontes a la sociedad" a los que "no estaba acostumbrada", fundamentalmente en materia jurídica.
No obstante, estimó que los juristas no deben "abandonar" ante este problema que "deja a todos desorientados" sino que, al contrario, deben "encauzar" estas investigaciones.
El magistrado emérito del Tribunal Supremo, para quien la nueva Ley de Investigación Biomédica es "una buena ley" aunque "como todas, se puede mejorar", opinó que la información sobre las investigaciones con células madre es un asunto "muy difícil de transmitir al común de los ciudadanos" por la "alta complicación científica" que entraña aunque, agregó, sí debe continuar debatiéndose en foros públicos.
ABORTO.
Por otro lado, y respecto a la posible modificación de la Ley del Aborto, Martín Pallín opinó que "hay que ir a una ley de plazos" en el supuesto de aborto eugenésico, es decir, aquel que se realiza cuando hay taras graves o malformaciones en el feto. En este sentido, estimó que cuando se hizo la norma, España "se quedó un poco rezagada".
Asimismo, apuntó a la necesidad de una modificación "radical" de lo que ahora es el aborto por problemas psicológicos de la madre ya que "se llega al disparate de permitir el aborto cuando el feto es viable". "Eso hay que modificarlo urgentemente", apostilló.
EUTANASIA.
En cuanto a la eutanasia apuntó que si bien no está regulada por ley no se puede "vivir de espaladas a la realidad" ya que, según dijo, la "mayoría de la sociedad admite la sedación a enfermos terminales".
Se refirió así al "penoso incidente" de las sedaciones en el Hospital de Leganés (Madrid), situación que, a juicio de Martín Pallín, supuso una "regresión a pasados" que creía "superados".
A su entender, casos como el de Ramón San Pedro --tetrapléjico que fue el primer ciudadano en pedir en España la eutanasia activa-- son "más complicados", porque si bien era un enfermo terminal tenía "capacidad e inteligencia" para tomar una decisión sobre su vida.
En este punto, indicó que "habrá que ir regulando" esta situación dentro de la legislación actual al igual que han hecho, recordó, países como Holanda, Bélgica o Suiza.
"Se llamaría el auxilio asistido a lo que algunos llaman suicidio y otros capacidad de autodeterminación del sujeto", dijo, al tiempo que destacó que no se debería penalizar a aquellos que ayuden de una forma "muy controlada" a las personas a "cumplir sus deseos".
"No hay ningún deber jurídico que imponga vivir y la prueba es que hay suicidas", concluyó Martín Pallín.