Martín valora que la incineradora de residuos sanitarios de Meruelo tendrá una gestión "más sostenible"

Actualizado: miércoles, 27 enero 2010 15:03

SANTANDER, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El consejero de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria valoró hoy que la planta incineradora de residuos hospitalarios de Meruelo, pasará de tener un "mal diseño" a ser gestionada de una forma "más sostenible".

Esta planta, cuya actividad cesará a lo largo de esta semana, había "agotado" su vida útil como consecuencia de un "mal diseño" y una "mala explotación".

Según explicó Martín, su diseño contemplaba el tratamiento de 10.000 toneladas al año, y en realidad procesaba 700. Esto tenía como consecuencia que se necesitaba más esfuerzo para incinerar los residuos, ya que para el proceso de quemado se recurría al calor que generaban los propios residuos.

Al haber menos cantidad, el calor que estos no provocaban y que era necesario para la incineración, se tenía que conseguir con aportaciones de combustible. Y esto tenía como efecto que su uso afectaba al sistema de depuración de gases, lo que hizo "agotar su vida útil".

En cambio, a partir de ahora se optará por un nuevo proceso en que no se recurrirá tanto a la incineración para optar por otra tecnología, con un sistema de desinfección por autoclave que ejecutarán los mismos ocho trabajadores de la planta, que continuarán vinculados a la empresa concesionaria del servicio.

Desde el fin de las operaciones, los residuos generados en los hospitales y otros centros de asistencia sanitaria cántabros pasarán a ser procesados temporalmente por un gestor externo autorizado, hasta la puesta en marcha de un sistema de esterilización por autoclave.

El Decreto regional de tratamiento de residuos hospitalarios, que en la actualidad está en desarrollo, opta por el procedimiento de esterilización en autoclave y el posterior traslado de los materiales inertes a vertedero. El nuevo sistema evitará el proceso de incinerado, sometiendo a los materiales tratados a presión y temperatura elevadas.

Este cambio normativo -en la línea de la nueva legislación adoptada por varias Comunidades Autónomas- reducirá a la mínima expresión el volumen de incineración actual, que asciende a unas 700 toneladas anuales (según cifras de 2008) y cuyo grueso pasará a someterse al citado tratamiento de autoclave.

A su vez, la planta de Meruelo trata actualmente un flujo de residuos muy por debajo de su caudal nominal, esto es, su capacidad efectiva de procesado, equivalente a 1,25 toneladas/hora.