Los movimientos migratorios elevaron la población cántabra en casi 6.600 personas en 2008

Actualizado: miércoles, 20 enero 2010 14:14

Agudo cree que el desarrollo eólico puede servir para fijar población en los valles interiores, que pierden vecinos en favor de la costa

SANTANDER, 20 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los movimientos migratorios contribuyeron a aumentar en casi 6.600 personas la población cántabra a lo largo del año 2008 y lo previsible es que el padrón vuelva a mostrar un crecimiento en 2009 y 2010.

Éstas son algunas de las conclusiones que se extraen de la encuesta de Variaciones Residenciales en Cantabria en 2008, publicada por el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) y presentada hoy en rueda de prensa por el consejero de Economía y Hacienda, Ángel Agudo, y el director del Icane, Juan Manuel Rodríguez Poo.

Según esa encuesta, a lo largo de 2008 hubo 30.797 personas que fijaron su domicilio en Cantabria. De ellas, 14.820 se mudaron desde otra localidad de la propia región, otras 8.916 personas llegaron de otras comunidades españolas y 7.061 se desplazaron desde el extranjero.

A su vez, 24.226 personas dejaron su residencia en Cantabria, aunque 14.820 fue para fijarla en otro punto de la Comunidad Autónoma. Por su parte, 7.729 personas se trasladaron a otras regiones españolas y 1.677 se fueron al extranjero (la mayoría, bajas por caducidad).

El resultado de esos movimientos arroja un saldo positivo para la región, que ganó 6.571 ciudadanos, la mayor parte procedentes del extranjero (5.384) y el resto de otras comunidades españolas (1.187).

Los ciudadanos que se instalaron en Cantabria procedentes del extranjero llegaron principalmente de Perú, Colombia, Moldavia y Rumania, aunque también hubo algunos ciudadanos españoles que retornaron al país y se instalaron en Cantabria procedentes de países como Alemania, Reino Unido o México, entre otros.

En sentido inverso, los ciudadanos que dejaron la región para trasladarse al extranjero se fueron fundamentalmente hacia Rumania, Brasil, Colombia y Moldavia, en el caso de los extranjeros, y hacia Reino Unido, Francia y Alemania, en el caso de los españoles.

MIGRACIONES INTERNAS

Por lo que respecta a los movimientos entre regiones españolas, el principal destino de las personas que dejan Cantabria son las comunidades de País Vasco (el 31,1% se va a dicha región), Madrid (13,7%) y Castilla y León (12,6%). Y de estas mismas regiones proceden la mayor parte de las personas que asentaron en Cantabria a lo largo de 2008. Así, el 25,5 por ciento llegaron desde País Vasco, el 16,7% desde Madrid y el 11,3% desde Castilla y León.

Por edades, los cambios residenciales con otras comunidades españolas corresponden casi en la mitad de los casos a personas de entre 25 y 39 años. En cambio, en las migraciones con el extranjero varía algo la edad, ya que los inmigrantes que se instalan en Cantabria procedentes del extranjero se concentran en el grupo de entre 20 y 34 años, y los que se marchan de la región hacia el extranjero tienen entre 25 y 39.

En cuanto a los cambios de residencia dentro de la propia región, que son la mayor parte de los contabilizados, se concentran especialmente en la zona de la costa. Las zonas donde más crece la población son el área de influencia urbana de Santander y el arco metropolitano de Santander, mientras en los valles interiores todas las zonas pierden más ciudadanos de los que reciben.

MUNICIPIOS

En el análisis por municipios lo que se observa es que los cambios de residencia en la propia región colocan a Santander, Torrelavega, Laredo, Camargo y Valdáliga como los cinco municipios que más ciudadanos pierden, en contra de lo que sucede en Piélagos, Entrambasaguas, Santa Cruz de Bezana, Cartes y Polanco, que son los que suman más nuevos residentes.

No obstante, la situación cambia si a esos movimientos en la región se suman las migraciones con otras comunidades autónomas y con el extranjero. En este caso, los municipios que más crecen son Piélagos, Castro Urdiales, Santander, Entrambasaguas y Santa Cruz de Bezana; y los que más población pierden son la Hermandad de Campoo de Suso, Campoo de Enmedio, Molledo, Valdáliga y Ruesga.

En general, se observa que los ciudadanos que llegan a Cantabria desde el extranjero se asientan sobre todo en los municipios de mayor tamaño, como Santander, Torrelavega, Castro Urdiales, Camargo y Astillero. Y esto es lo que permite que en casos como los de Santander y Torrelavega se compense la pérdida de población 'autóctona'.

OPORTUNIDADES

Para el consejero de Economía, el saldo positivo de población en Cantabria en 2008 rebate en parte la idea de que los ciudadanos tienen que irse de la región para encontrar oportunidades, puesto que "al final, son más los que vienen a buscar aquí oportunidades, que los que se van", y además el perfil es similar, al tratarse de personas en edad de trabajar.

Asimismo, se mostró seguro de que la población cántabra va a seguir creciendo y eso es importante porque la población incide en la economía y es reflejo de su evolución.

Respecto a los flujos de población dentro de la propia región, incidió en la situación de los valles interiores y su pérdida de habitantes, que no se puede permitir "por más tiempo". Por ello, abogó por diseñar políticas económicas que permitan asentar la población en esas zonas, para evitar un crecimiento "desigual" de la Comunidad Autónoma.

A su juicio, una de las vías para fijar la población puede ser el aprovechamiento de las energías renovables, como se propone con el desarrollo eólico, ya que, según dijo, buena parte de los parques eólicos se instalarán en el interior de la región y eso supondrá generar actividad económica y, en consecuencia, fijar población.

Por último, el consejero también resaltó el caso de los núcleos más importantes de la región (Santander y Torrelavega), que "expulsan" población en beneficio de los núcleos periféricos y sólo lo compensan gracias a la llegada de inmigrantes desde el extranjero.

Las causas, en opinión del consejero, pueden ser cuestiones como el precio de la vivienda o los servicios que se ofrecen, ya que "la gente se va de los sitios, no porque quiera, sino porque las circunstancias le obligan".