SANTANDER 8 Jun. (EUROPA PRESS) -
El escritor Andrés Neuman, ganador del Premio de Novela Alfaguara con 'El viajero del siglo', afirmó hoy en Santander que las novelas históricas tradicionales son "antihistóricas" porque "niegan el paso del tiempo", además de que el paso del tiempo "también cambia el lenguaje".
Neuman, que ofreció una rueda de prensa con motivo de su participación en el ciclo '+ que palabras' del Casyc, en el que presentó 'El viajero del siglo', explicó que una de las cosas que no le gustan de las novelas históricas es que están escritas "como si no hubiera pasado el tiempo", algo que le parece "decepcionante".
"Si estamos en el siglo XXI y ha pasado por nosotros Internet, el cine y el zappin; si hemos leído a Joyce, Kafka o Carver, no podemos escribir una novela como si todos ellos no hubieran existido; como si la literatura, el lenguaje y concepto de la imagen no hubiese cambiado en los últimos 200 años", defendió.
Por ello 'El viajero del siglo' es una obra ambientada en el siglo XIX pero escrita en el XXI. Se trata de un "fresco" de personajes, con conflictos e ideas "al estilo del siglo XIX", pero sobre todo es una historia de amor "en dos tiempos", el decimonónico de "coquetería de las clases altas" y el contemporáneo más "pornográfico y guarro".
La idea de novela partió de el 'Viaje de invierno' de Franz Schubert, sobre poemas de Wilhelm Müller, que fue "la banda sonora" de la casa de Neuman, cuyos padres eran músicos. Así, el autor decidió aprender alemán para entender los poemas que dieron lugar a la novela, que ambientó en esta época.
Sin embargo, aclaró que al estudiar el contexto, lo que le llevó dos años, se dio cuenta de que "aquello no era el pasado sino que las claves de la Unión Europea, de la situación de la mujer, de las contradicciones entre Europa y los nacionalismos, la decepción de las revoluciones, el giro conservador, estaban ya en el primer tercio del siglo XIX".
Al respecto, aclaró que la suya es una novela histórica por el contexto, pero no narra ningún acontecimiento histórico, y los personajes y el lugar en que se ambienta son imaginarios.
Por otra parte, Neuman afirmó que para él, como escritor, todos sus libros son igual de importantes, hayan recibido premios o no. Así, manifestó que conseguir un premio no afecta al libro sino a su difusión y aseguró que "tan tonto es pensar que un libro es bueno porque le han dado un premio, porque la realidad demuestra lo contrario, como pensar que si un libro ha obtenido un premio no puede intentar ser literario e ir más allá del bestseller tradicional".
En cuanto a la difusión, explicó que para él, como argentino educado en España, es muy importante que el libro llegue a Latinoamérica, donde la distribución es "muy penosa incluso entre países vecinos", de forma que muchas veces no se encuentra o se convierte en un objeto de lujo, "y eso es la anticultura", denunció.
El Premio Alfaguara garantiza la difusión por todos los países de Latinoamérica y fue el motivo por el que el escritor se presentó al certamen. "Pensar que el libro puede estar en las librerías de Lima, Quito o Asunción me parece un sueño y era lo que más deseaba del premio", aseguró. "A ver si así el libro es un poquito menos extranjero y puede cruzar todas las fronteras de nuestra lengua", confió.