La pareja acusada de tráfico de drogas y blanqueo de capitales mediante una constructora niega los hechos

Al acusado había creado una empresa constructora, se le detectó un desfase entre ingresos y gastos de 162.000 euros sin justificar

Europa Press Cantabria
Actualizado: miércoles, 15 julio 2009 15:24

SANTANDER, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

Manuel M.V. y María S.G., acusados de traficar con drogas y blanquear el dinero obtenido de las ventas a través de una empresa constructora creada por él y sin actividad, han negado hoy los hechos que se les imputan.

En el juicio que se ha celebrado hoy en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Cantabria, los acusados se han negado a responder a las preguntas de la Fiscalía.

Ambos se enfrentan a una petición de penas por parte del Ministerio Fiscal que suma 16 años de prisión por varios delitos de tráfico de drogas, tenencia ilícita de armas, blanqueo de capitales y falsedad documental. La defensa pide para él la absolución o, en su defecto, cuatro años y seis meses de prisión, con la atenuante muy cualificada de toxicomanía. Para ella reclama la absolución.

Los hechos sucedieron en mayo del 2008. El propietario de un piso y un trastero en el Primero de Mayo en Santander, que se lo había alquilado a la hermana del acusado sabiendo que este iba a vivir también en él, se acercó al inmueble después de que no hubiera cobrado las dos últimas mensualidades.

Al entrar en el piso, según relató hoy en el juicio, se encontró con que estaba "revuelto entero, desordenado, de pena". Cuando bajó al trastero, encontró una bolsa con una sustancia que luego resultó ser hachís.

DROGA, ARMAS Y DINERO

La Policía registró el domicilio, y posteriormente se hizo lo mismo con una vivienda en Cudón, donde residían ambos acusados y se halló más droga, en una operación de la que la defensa ha pedido su impugnación, al igual que, en consecuencia, de las pruebas obtenidas.

En total, en ambos registro se les incautaron más de ocho kilos y medio de hachís, además de 308 gramos de metadona, casi dos gramos de heroína, sustancia de corte, anotaciones, balances y otros útiles relacionadas con el tráfico de drogas.

Asimismo, se encontraron dos pistolas cargadas, una Astra 00275 y un revólver Astra del calibre 38 (alterado y con el número de serie borrado), así como dos cargadores, 34 cartuchos de 9 milímetros, 22 cartuchos de calibre 38 y fundas para las armas.

Igualmente, había una defensa eléctrica de 5.000 voltios, un cutter, una daga con 25 centímetros de hoja, una navaja de las mismas medidas y dos puñales de 12 y 19 centímetros de hoja, respectivamente. También se encontró un carnet de conducir falsificado, de nacionalidad italiana.

La Policía se incautó también de unos 96.000 euros en efectivo y varias libretas de ahorro con otras cantidades, teléfonos móviles y un Mercedes. El fiscal calcula que la droga incautada tendría un valor de casi 39.000 euros.

En total, el fiscal estima que pudieron ingresar 78.448 euros procedentes de la venta de droga. Un policía precisó que en el registro no estuvo el secretario judicial, pero sí el propietario del piso.

CONSTRUCTORA SIN ACTIVIDAD

A partir de ahí se abrió una investigación por la que se descubrió que en septiembre de 2007, el acusado había registrado una sociedad, una empresa constructora que nunca tuvo actividad. Tenía una empresa subcontratada, pero el local estaba vacío y el buzón de correo lleno. Había facturas de 20.000 euros, y se detectó una diferencia patrimonial de 162.000 euros sin justificar entre los ingresos y los gastos.

En 2007, el acusado no declaró "nada más" que 4.000 euros de ingresos, según explicaron en el juicio los agentes de vigilancia aduanera. Pese a ello, realizó pagos e imposiciones por importe de 166.363 euros y, además, en diciembre de 2007 la pareja compró una casa a medias por la que pagaron 27.000 euros en efectivo, suscribiendo hipoteca por el resto del importe.

Y a su pareja no le consta ningún trabajo. De hecho, sólo ha estado dada de alta en la Seguridad Social durante cuatro días, en el año 2000.

Durante el juicio, el acusado se negó a responder a las preguntas del fiscal, y a preguntas de la defensa, señaló que es consumidor de metadona y que durante más de 20 años lo ha sido de otras sustancias. Ahora, narró, tiene "el virus", de forma "latente" y en una tercera fase.

Su pareja tampoco respondió a las preguntas del fiscal. La defensa no le planteó ninguna y, en varias ocasiones, llamó la atención al magistrado de la Sala sobre el estado de la acusada, que consideraba que no se encontraba bien. Durante la vista, esta solicitó que se abriera la ventana al tener calor e interrumpió en distintas veces el juicio después de haber testificado, pidiendo que se le aclararan conceptos o asegurando no escuchar bien lo que se estaba diciendo.

En concreto, el fiscal imputa al hombre tres delitos diferentes: el de tráfico de drogas, uno tenencia ilícita de armas y otro más de falsedad, ya que le encontraron un carné de conducir italiano falso a su nombre. En total, solicita para él doce años, seis meses y un día de prisión y multas por valor de 94.500 euros.

A la mujer, por su parte, la responsabiliza de un delito de blanqueo de capitales y, en su caso, propone una condena de tres años y medio de prisión, más multa de 30.000 euros.

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