El párroco de Puente San Miguel, Arsenio Quintanal, será 'Hijo adoptivo' del municipio

Arsenio Quintanal
AYTOREOCÍN
Actualizado: domingo, 12 septiembre 2010 19:40

REOCÍN, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Reocín nombrará este mes 'Hijo adoptivo' del municipio al párroco de Puente San Miguel, La Veguilla y Mijares, Arsenio Quintanal.

La vida profesional y cualidades personales del cura párroco ha llevado a que el Ayuntamiento conceda esta distinción a Quintanal, una propuesta que ha sido aprobada por unanimidad de la Corporación local en el último Pleno, según ha informado el Consistorio.

Arsenio Quintanal cumple este año medio siglo de servicio parroquial a los vecinos de Puente San Miguel, La Veguilla y Mijares. Este 'cura de pueblo', como él mismo se apoda, se ordenó sacerdote a los 25 años. En 1970 se hizo cargo de la parroquia de Puente San Miguel, habiendo ejercido su labor profesional anteriormente en otras parroquias y como formador y profesor del colegio-seminario 'San Luis', en Argomilla de Cayón.

Al preguntarle por su labor de 40 años en este pueblo, dice que él ha ido cambiando, evolucionando y acomodando su labor pastoral a un tremendo cambio social, económico y laboral. Es consciente del cambio del municipio, con muchas parejas nuevas de Puente San Miguel y de fuera que se han asentado con sus hijos, y que hacen que la parroquia sea todavía muy dinámica.

El párroco recuerda que, de recién llegado, "una de mis misiones principales fue unir a los jóvenes del pueblo porque estaban divididos por el puente. Ellos se distinguían entre 'los de aquí y los de allí' y esto afectaba también a las familias; el ambiente de entonces estaba enrarecido, por lo que me esforcé en reunirles en la casa parroquial y comencé a organizar campamentos. En un principio, de chicos y chicas por separado, aunque a los pocos años comencé a sacar adelante los campamentos mixtos. En aquella época, sobre los años 70, fue un 'boom' para la mentalidad de la gente del pueblo", comenta.

Hace casi medio siglo este religioso encontró diferencias sociales importantes en Puente San Miguel. "Yo quería ser el cura de todos, no de una elite social, siempre quise ser un cura de pueblo, desde que tuve a los 13 años la inclinación para formarme como sacerdote, y siempre he procurado que el ejercicio de mi vocación evolucione y se amolde a las necesidades de mis fieles".