SANTANDER 27 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los pescadores del Cantábrico han pedido el apoyo de la industria conservera a su postura de que no se comercialice la anchoa procedente de las campañas científicas, de forma que exista un control sobre las importaciones de este producto para que no haya "barra libre" y el mercado se pueda "inundar" de anchoa de otras nacionalidades.
"No estamos porque la industria conservera se cierre y no tenga materia prima", señaló el presidente de la Federación de Cofradías de Guipúzcoa, Jaime Tejedor, quien recordó que siempre se ha importado de otros países (Chile, China y algunos del Mediterráneo, entre otros), pero "no queremos que se haga un fraude" y que "de este árbol caído se haga leña", dijo.
En este sentido, y aunque "siempre habrá desaprensivos", Tejedor instó al sector comercial, tanto conservero como fresco, a que "arrimen el hombro" y apoyen esta postura con el fin de conseguir que esta especie se recupere.
Tejedor hizo estas declaraciones tras la celebración en Santander de una nueva reunión de la flota de bajura del Cantábrico-Noroeste, en la que los pescadores volvieron a pronunciarse en contra de la comercialización de la anchoa y reiterarón su petición a los gobiernos autónomos de estas comunidades para que prohiban la venta de la pesca francesa del Cantábrico.
Además, las federaciones de Vizcaya, Cantabria y Gupúzcoa acordaron efectuar a partir del 23 de mayo la parada biológica durante 40 días continuados.
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